Los plazos legales alejan la opción de un adelanto electoral a junio

serafín lorenzo SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Viñeta Leandro

Feijoo debería disolver la Cámara en abril para ir a las urnas antes del otoño

27 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Ya no es cuestión de hacer actos de fe cada vez que Feijoo da su palabra de que renuncia al «ventajismo político» de un adelanto electoral. Son los propios plazos legales los que están validando su compromiso de agotar la legislatura, un discurso que le permite retener el as del anticipo técnico al otoño. Lo que enfría la legislación es la posibilidad de llamar a las urnas en junio, porque eso requeriría una disolución precipitada del Parlamento en abril para cumplir con los 55 días de antelación que exige la norma.

Aunque el revés del PP en Asturias y Andalucía ha recalentado el debate sobre la oportunidad de anticipar los comicios a junio para escapar del desgaste inducido por la gestión de la crisis, los plazos ya son demasiado apretados. Si Feijoo quisiera convocar el 10 de junio, tendría que firmar el decreto de disolución el 16 de abril. Para celebrar las elecciones el 17 de junio, debería disolver el 23 de abril. Y para ir a las urnas el 24 de junio, tendría que cerrar la legislatura el 30 de abril. Nadie sitúa al presidente en estas cábalas.

En el PPdeG niegan cualquier opción. Feijoo ya descartó en enero la posibilidad de ir a unas elecciones anticipadas «en el primer trimestre o en el primer semestre». Constató que la fecha tope para disolver el Parlamento es enero, si bien dejó una puerta abierta al posible anticipo al otoño que todavía no ha cerrado. De hecho, tiene presente que tanto Fraga como Touriño ya adelantaron las autonómicas «tres o cuatro meses». Si Feijoo se decide por octubre o noviembre, queda margen para completar el actual período de sesiones, que expira en junio.

El PPdeG llegó a analizar un adelanto a este mes de marzo, para hacer coincidir las elecciones gallegas con las asturianas y andaluzas. El propio Feijoo admitió tras las generales de noviembre que, como pedían pesos pesados de su partido, le sería más fácil ganar en marzo, pero desechó sobre el colchón de votos del 20-N un anticipo de un año que sería difícil de explicar.

Ahora, en el PP señalan a Pachi Vázquez como el más interesado en hacer ruido. Ironizan que el líder del PSdeG ya manejó esa teoría para acelerar el congreso en el que ha revalidado su liderazgo, y la exprimirá para tratar de esquivar las primarias. En junio no, insisten los populares, mientras preparan la agenda que llevará a Feijoo a recorrer los 315 concellos. Tal vez con vistas a un otoño electoral.