La Diputación de Lugo dio dinero 15 años a una empresa tapadera

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

GALICIA

El ingeniero jefe detenido en la operación Muralla fue quien la creó

06 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Con la Pokémon en plena ebullición, resucita la primera operación anticorrupción llevada a cabo en Lugo. Seis años después, y tras pasar por muchos avatares que ponían la espectacular investigación al borde del archivo, la operación Muralla recobra vida. Un informe de la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal de la Comisaría General de Policía Judicial de Madrid revela que el que fuera ingeniero jefe del Servicio de Vías y Obras de la Diputación Provincial de Lugo, José Manuel Romay López, creó una empresa para conseguir contratos de dicha institución. Lo hacía, según la investigación, valiéndose de su «privilegiada situación, que le permitía influir en la adjudicación de contratos a través del procedimiento negociado». El estudio en cuestión trabajó para la Diputación durante por lo menos 15 años.

La operación Muralla tuvo efectos colaterales para Francisco Cacharro Pardo, el presidente de la institución provincial en la época en la que se adjudicaban de forma presuntamente irregular los contratos. Después de más de 20 años en la presidencia del organismo, Cacharro acabó siendo apartado por su partido, el PP, de la vida política. Por aquel entonces había criticado con dureza la investigación, promovida por el fiscal Jesús Izaguirre. Dijo ser víctima de un «linchamiento político y social».

El informe elaborado por los policías especializados no deja lugar a dudas: «José Manuel Romay López, como ingeniero jefe del Servicio de Vías y Obras de la Diputación, quiso aprovechar en beneficio propio esta posición privilegiada que ocupaba en la Administración pública y, para ello, creó junto a otros socios la empresa Senén Prieto Ingeniería, S. L».

«Adjudicación arbitraria»

El objetivo de la creación de la sociedad era «la adjudicación de manera arbitraria de contratos por parte de la Diputación, a través del procedimiento sin publicidad previa, a favor de la misma». Los autores del informe, tras más de un año largo de revisión de numerosos documentos (alguno se perdió porque una inundación causó graves daños en el material conseguido en los registros realizados en su día) comprobaron cómo José Manuel Romay López se prevalió de su privilegiada situación como responsable del Servicio de Vías y Obras provincial para conseguir los contratos. El puesto le permitía influir en las adjudicaciones que se hacían a través del procedimiento negociado sin publicidad previa, según la investigación.

Para lograr los contratos, lo primero que hizo fue elaborar un informe en el que decía que era necesario que la Diputación externalizase los trabajos de los proyectos de obras porque el Servicio de Vías y Obras no daba abasto. Alegaba que faltaba personal y, por eso, creía necesario que empresas de fuera realizasen los trabajos pagados con los fondos de la institución.

Pero, además, Romay era miembro de cada una de las mesas de contratación que fueron creadas desde la Diputación para la redacción de los proyectos de ingeniería. Una de las funciones de esa mesa era proponer personas invitadas a participar en los procesos.

Esos dos simples pasos cerraban el círculo y permitían a Senén Prieto Ingeniería lograr las adjudicaciones. La relación de la empresa y el organismo era tan estrecha que conseguía la mayoría de los contratos. Otros estudios de ingenieros de Lugo e incluso de varias provincias desistieron de ir a los concursos porque estaban amañados.