Touriño: «En el terreno de las ideas, mi disposición para volver es plena»

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

VÍTOR MEJUTO

Considera que retomar el control sobre el PSdeG ahora no sería útil

25 nov 2012 . Actualizado a las 11:31 h.

Sostiene Emilio Pérez Touriño (A Coruña, 1948) que tenía una deuda contraída con sus electores para explicar el fracaso del Gobierno que presidió entre el 2005 y el 2009. Y la afronta sacando a la luz el libro O futuro é posible, en el que aporta algunas reflexiones sobre los asuntos que marcaron su etapa de once años al frente del PSdeG y ajusta cuentas con algunos que estuvieron a su lado en el partido. A Touriño le ocurrió aquello que decía Felipe González, que se ha convertido en un jarrón chino, demasiado valioso para arrojarlo a la basura, pero que incomoda cuando habla.

-¿Tiene la sensación de ser un jarrón chino en el PSdeG?

-Felipe [González] estuvo brillante en esa expresión, y en alguna medida me sentí así, no tanto por sentir que no tienes valor, sino porque no tenemos la tradición de aprovechar la experiencia acumulada en el ejercicio de la función pública. Pero desde el punto de vista personal nunca tuve esa sensación. No me resultó difícil la adaptación a la nueva vida en ningún caso.

-¿Ha descolgado mucho el teléfono en estos años para atender consultas de su sucesor en el PSOE o en la Xunta?

-Cuando se cierra una etapa, en mi caso se cierra realmente. He tenido mucho contacto con alcaldes, con militantes socialistas, y en el plano institucional, con el presidente Feijoo tuve alguna conversación sobre el AVE y otras cuestiones puntuales. Y poco más, eso es todo.

-La publicación de su libro lo sitúa de nuevo en el debate político. ¿Tiene vocación de volver a la primera línea?

-En lo que es el terreno de las ideas, del pensamiento, mi disposición para volver es plena, para abordar cuestiones como la crisis de la socialdemocracia europea y el modelo orgánico del partido. Pero en el terreno de la acción política, no, porque ya tuve una etapa dilatada de 20 años con dedicación exclusiva a la política al más alto nivel y no creo que pueda aportar nada más útil.

-Ahora que se habla de epílogos en política, que tenemos el caso de Beiras, ¿volvería para pilotar una transición o presidir una gestora en el PSdeG?

-Es una formulación muy específica que habría que ver, pero lo que sí creo es que hay que forzar la renovación, porque los militantes no puede estar mirando hacia arriba y esperar a que se haga la luz; hay que actuar, asumir la responsabilidad y compartirla. El futuro no puede venir de la mesa camilla, de ese grupo reducido que decide, sino de la propia militancia.

-¿Hay caldo de cultivo entre la militancia para dar ese paso?

-No tengo ninguna duda, hay como un grito silencioso y solo falta que se transforme en acción positiva, que se estructure, porque no es razonable que con esta crisis, ante tanto desánimo, no haya una respuesta política para crear un proyecto compartido de país.

-¿En qué se equivocó su Gobierno para no ser revalidado en la urnas en el 2009?

-En el 2009, la crisis era intensa y eso amplificó las acusaciones sobre despilfarro y provocó también que se iniciara un cambio de tendencia. Otra razón tiene que ver con el debate sobre el adelanto electoral que se trasladó a la opinión pública en el 2008, generando una competición electoral entre las dos fuerzas que formaban un bipartito que funcionó razonablemente bien hasta ese momento.

-¿Cree que el paso del tiempo pone en valor aquel bipartito?

-Probablemente sí, y creo que es constatable. Considero que no fue bueno lo que hizo el PP al llegar a la Xunta, al demoler todo lo que había hecho el Gobierno anterior, porque ahora vemos que la Justicia le da varapalos tremendos con el concurso eólico o con el decreto del plurilingüismo.