El PP se lava las manos con el posible nuevo edil salpicado por la Pokémon
24 feb 2013 . Actualizado a las 11:24 h.Alcalde de Santiago durante ocho meses y medio, ni 300 días, desde el 1 de julio del 2011 hasta el 17 de abril del 2012, Gerardo Conde Roa sumó este viernes a su colección de imputaciones un tercer cromo. Ahora, supuestamente, por prevaricación, cohecho y tráfico de influencias en el marco de la operación Manga contra la corrupción, segunda fase del caso Pokémon, dirigidos por la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Lugo, Pilar de Lara. ¿Preocupación, temor, sudores fríos...? ¿Qué siente el exregidor después de recibir esta nueva citación? Nada de eso, sostiene. «Estou moi tranquilo e mesmo aliviado», declaró ayer, parco en palabras, a La Voz. «Non vou dicir máis», respondió a continuación, tras ser preguntado acerca de cómo alguien como él, con la que se cierne sobre su futuro, puede decirse ligero de carga.
Desde hace 10 meses, Conde Roa se enfrenta a una imputación por delito fiscal, debido a que no abonó a la Agencia Tributaria 291.289,43 euros correspondientes al IVA de la venta de 61 pisos construidos por su empresa, Geslander Proyectos de Edificación. Ya en enero del 2013 se ganó una segunda, en aquella ocasión, por acoso moral y prevaricación a raíz de una denuncia presentada por José Antonio Carril, un controvertido policía local de Compostela.
Y anteayer, ocho días después de que el Servicio de Vigilancia Aduanera registrase su casa durante cuatro horas y se llevara abundante documentación y material informático, completó el trío. El 4 de marzo habrá de comparecer ante De Lara para aportar explicaciones acerca de su relación con responsables de la empresa Aquagest, cuyo anterior gerente en la capital gallega, José Luis Míguez, se encuentra en la cárcel desde el sábado de la semana pasada, en su condición de implicado en la trama Manga.
Sin explicaciones
Aduciendo que en este momento no procede hacerlo a través de la prensa, el exalcalde eludió ayer entrar en detalles para defender su inocencia. «Non podo -dijo tajante- facer declaracións porque son cousas que están en vía xudicial». En esa misma vía se halla también uno de los focos de la operación Pokémon: el posible enchufe de cuatro mujeres en una escuela infantil, la de Salgueiriños, cuya gestión el Concello de Santiago adjudicó al grupo de empresas Vendex. La magistrada trata de averiguar si fueron contratadas por la citada compañía a instancias de quien sucedió a Conde Roa al frente del pazo de Raxoi, Ángel Currás. Una de esas trabajadoras bajo sospecha es hija de Daniel Grela Castro, número 18 en la lista presentada por el PP de Santiago en las municipales del 2011 y persona llamada a entrar en la corporación municipal en sustitución de Albino Vázquez, edil de Tráfico hasta que este lunes dimitió por estar en libertad bajo fianza de 15.000 euros acusado de delitos de corrupción.
¿Va a permitir el Partido Popular de Galicia que llegue a tomar posesión alguien que, aun sin quererlo, podría convertirse fácilmente en nuevo madero para el incendio montado en el Ayuntamiento de Santiago? Eso no se sabe. Se desconoce porque ayer el secretario xeral de los conservadores, Alfonso Rueda, se desentendió del caso por completo. Consultado en rueda de prensa al respecto, se limitó a contestar: «Non coñezo á persoa que vai entrar e non coñezo, por suposto, do sumario [de la Pokémon] outra cousa que o que se coñece polos medios de comunicación [...]. Polo tanto, aí, ningunha valoración». Regresó, sí, sobre su discurso de días pasados: que en situaciones de este tipo hay que presumir la inocencia a los imputados, que las actuaciones de la Justicia contra los corruptos merecen todo su respeto y que, cuanto antes se desarrollen estas últimas, mejor.
Más rotundo se mostró el parlamentario socialista José Luis Méndez Romeu. Compareciendo ante los medios, el diputado espetó que en torno al Concello de Compostela existe «un muro de sospecha». Además, acusó al presidente del PPdeG, Alberto Núñez Feijoo, de estar «ocultando» a la ciudadanía «una explicación coherente de lo que está pasando» y pidió «sobre todo, asunción de responsabilidades».