«Solo le temo a Dios», dice el exalcalde de Santiago tras declarar de nuevo
16 abr 2013 . Actualizado a las 10:36 h.¿Qué lleva Gerardo Conde Roa en la mochila con la que ha acudido a sus tres comparecencias ante la jueza que instruye las operaciones Pokémon y Manga? La pregunta que el exalcalde de Santiago solo ha contestado hasta ahora con una sonrisa maliciosa ya tiene respuesta. En la bolsa hay numerosos documentos que ha presentado ante la magistrada Pilar de Lara. Entre ellos, ocho expedientes que el exregidor compostelano solicitó por escrito en el Concello y con los que ha intentado que las investigaciones en las que está imputado por prevaricación y tráfico de influencias salpique al anterior gobierno del PSOE en coalición con el BNG.
La petición de documentación al Ayuntamiento se produjo el 25 de febrero, antes de que tuviese que declarar por primera vez ante la jueza y once días después de que su casa fuese registrada durante largas horas el día que fueron detenidos, entre otros, su exjefe de gabinete, Ángel Espadas, y el que era concejal de Tráfico, Albino Vázquez.
Conde Roa solicitó «para su defensa en el procedimiento judicial de la denominada operación Manga» diez expedientes, de los cuales ocho afectan al gobierno anterior presidido por el socialista Xosé Sánchez Bugallo. Entre ellos están el del polémico convenio urbanístico de la Finca do Espiño, un informe de obras en calles de la ciudad, la adjudicación del concurso de recaudación municipal, las licencias concedidas en suelos calificados como residencial comunitario entre los años 2001 y 2011, la multa urbanística impuesta a un colegio privado, el expediente por la venta de participaciones sociales en el Multiusos do Sar, la consignación presupuestaria de la fiestas del Apóstol en el 2011 y el de la destitución de una interventora.
Además, el exalcalde compostelano también solicitó otros dos expedientes por asuntos por los que está siendo investigado. Uno es el de la ampliación del contrato del servicio de aguas a Aquagest -cuyo exgerente también fue detenido- y otro es el de los viajes realizados con cargo al Concello.
Tras su primera declaración como imputado, Conde Roa solicitó volver a hacerlo voluntariamente, pero como su comparecencia tuvo que ser suspendida a la mitad volvió a hacerlo ayer durante cinco horas. A la salida solo dijo estar satisfecho y sentenció: «Yo solo le temo a Dios».