Beiras rechaza una unidad orgánica con el BNG pero apoya la búsqueda de espacios comunes

Tamara Montero
Tamara Montero SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Califica de «operación de asedio» la salida de Ferrín de la RAG

21 abr 2013 . Actualizado a las 19:29 h.

Ya lo adelantaba Xosé Manuel Beiras en la entrevista que hoy publica La Voz, y a su llegada a la asamblea deliberativa que Anova protagoniza hoy en Santiago lo ha repetido. No habrá unidad orgánica con el BNG, pero apoya la búsqueda de acuerdos «procurando os puntos de coincidencia dos que en definitiva somos nacionalistas e de esquerda», incluyendo a los que asumen los derechos del pueblo gallego «aínda que o seu ideario non sexa estritamente o nacionalismo».

Xosé Manuel Beiras cargó de nuevo contra «conspicuos cargos dirixentes,históricos incluso, do BNG» que acusan a Anova de haber financiado su campaña con fondos «das alcaldías que lle usurpamos ao BNG». En todo caso, el líder nacionalista recordó que el último Día da Patria lanzó la propuesta de un frente amplio y popular de acción contra «a barbarie da dereita», guante que rechazaron BNG y Compromiso por Galicia y que finalmente fraguó AGE junto a Esquerda Unida.

Beiras también explicó que la asamblea de hoy, que él mismo clausurará a las 18 horas, sirva para avanzar en un proceso de «converxencia no fundamental» y dijo que la clave del fortalecimiento de Anova es «que nos deamos conta de que estamos sendo membros dun proceso de aprendizaxe dunha nova cultura política» y que es muy importante «que fagamos o melllor posible os planos do edificio» para que sea sólido, tenga la máxima funcionalidad y dure el máximo tiempo, «o ciclo político que está a comezar».

Preguntado sobre la elección ayer de Xesús Alonso Montero como nuevo presidente de la Real Academia Galega, Beiras tachó de «operación de asedio que cheiraba a fedor por todas partes» el proceso de salida de Xosé Luís Méndez Ferrín de la presidencia y explicó que «calquera alternativa a Ferrín nace dunha operación insidiosa», lo que sin embargo «non descalifica a quen substitúa a Ferrín e a súa equipa na dirección da RAG», entre otras cosas porque el expresidente «podía ter reconsiderado a súa dimisión», como le pidieron, entre otros, Manuel Rivas, al que alabó su «actitude exemplar».

En todo caso, Xosé Manuel Beiras dijo que se trata de «un síntoma dos destragos que fai este franquismo sen Franco incluso nos espazos culturais do nacionalismo galego, absolutamente agredidos».