Tirotean en Ecuador un autobús en el que iban treinta trabajadores gallegos

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Captura de un video cedido por un videoaficionado que muestra uno de los disparos el autobús
Captura de un video cedido por un videoaficionado que muestra uno de los disparos el autobús Video cedido por un videoaficionado | EFE

No hubo heridos, pero los operarios, que volvían de trabajar en un astillero en Guayaquil, quieren regresar a España

02 ago 2024 . Actualizado a las 22:17 h.

«Estamos todos bien, hemos tenido mucha suerte. Todavía tenemos el susto en el cuerpo». Así resumía uno de los trabajadores gallegos a la agencia Efe lo vivido el pasado miércoles en el departamento de Guayas, en Ecuador, cuando el autobús en el que regresaba del trabajo en un astillero fue tiroteado. El suceso se saldó sin heridos gracias a una enorme dosis de suerte, ya que en los atacantes dispararon una veintena de veces contra el autocar. Los trabajadores regresarán a España en cuanto sea posible, previsiblemente este mismo fin de semana.

El suceso ocurrió a las siete de la tarde (hora local) del pasado miércoles, cuando un grupo de unos treinta trabajadores —en su mayoría gallegos, aunque hay también algún vasco— viajaban hacia el hotel donde residen desde un astillero en la localidad de Posorja, a unos cien kilómetros de Guayaquil. Los especialistas reparaban un buque de Albacora, como confirmó la propia compañía a este periódico ayer por la tarde. En un momento dado, camino de Playas, su lugar de residencia, fueron atacados por seis personas que se acercaron en tres motos, y rodearon el autocar.

Al parecer, la inseguridad en el área es alta, con bandas que atacan  las propiedades de las empresas, y por eso viajaban en el autobús, además de los operarios, «personal de seguridad», según explicaron desde Albacora, y fueron estos escoltas «los que repelieron la agresión». La primera medida que se toma en estos casos es avisar a los trabajadores que se tumben en el pasillo del autobús para evitar los impactos de las balas.

Tras unos minutos de caos, en medio de un tiroteo y circulando a gran velocidad ya de noche, llegaron a la ciudad de destino. Allí sacaron imágenes de los agujeros de las balas en el chasis del vehículo, y contaron al menos diecisiete.

El balance del suceso, en cuanto a heridas, fue mínimo, ya que todos resultaron ilesos, algo que también destacan desde la compañía de Bermeo.

Desde ese momento, los trabajadores han estado seguros en el hotel mientras comenzaban los trámites para su repatriación.

De camino a Galicia

Los afectados contactaron con sus amigos y familiares en España para avisarles de que estaban bien, y alguno añadió que «lo único» que quieren «es volver a España» cuanto antes. La compañía está trabajando para conseguirlo: «Albacora —informa la propia empresa— se encuentra en estos momentos coordinando el retorno a España de aquellas personas que han expresado su voluntad de regresar». Por el momento no está claro ni cuántos quieren volver inmediatamente ni cuándo podrán hacerlo. Según la agencia Efe, «los trabajadores señalaron que ya tienen los billetes de vuelta a España y que, si nada lo impide, viajarán mañana [por hoy sábado]». De hecho, está previsto que lleguen a Galicia mañana domingo, pero este extremo está sin confirmar.

Una encuesta apunta que el 30 % de las empresas ecuatorianas sufre extorsión

El suceso ocurrido en la zona de Guayaquil con el autobús en el que viajaban trabajadores gallegos no es un caso aislado. Según una encuesta publicada por el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado (OECO) el pasado mes de mayo con datos del 2023, un 30 % de las empresas en Ecuador sufren algún tipo de extorsión, y el 80 % de las afectadas están en la costa ecuatoriana, entre otras zonas en Guayaquil, en el departamento donde tuvo lugar el ataque al autobús. De hecho, el temor a un secuestro es mayor en esta zona que a nivel nacional, y llega al 60 % de los empresarios; las agresiones físicas a los empleados de las compañías de la zona superan un 30 % a las del resto del país.

Entre las empresas grandes que han sido extorsionadas y forman parte de la encuesta de la OECO, el 96 % fue víctima de secuestro de algún trabajador, el 85 % sufrió un robo, el 35 % la exigencia de dinero como extorsión (se le conoce con el nombre de vacuna) y el 27 %, vandalismo.

«La extorsión en América Latina se manifiesta como un intento del crimen organizado por consolidar su poder y control territorial», dice el informe. Supone una fuente inmediata y constante de recursos económicos, permite a la organización criminal crear un estado «paralelo» y crea un contexto de impunidad y pérdida de la legitimidad del Estado que facilita al subsistencia de las organizaciones criminales.