En Galicia ya sólo quedan un centenar de sapoconchos

Efe

GALICIA

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La Xunta aprueba el plan de recuperación de este reptil en riesgo de extinción

25 abr 2013 . Actualizado a las 19:56 h.

El Consello de la Xunta ha dado hoy el visto bueno al plan de recuperación del sapoconcho (Emys orbicularis o galápago europeo), el reptil más amenazado de extinción de Galicia, con solamente un centenar de adultos por hectárea en las cuatro zonas de Galicia en que se puede encontrar.

El sapoconcho común es un reptil eminentemente acuático que vive preferentemente en aguas estancadas o de leve corriente. Se puede encontrar en cuatro áreas del sur: en la cuenca del río Arnoia, en los ayuntamientos de Allariz, Xunqueira de Ambía y Baños de Molgas; en la del Avia, en Ribadavia, Beade, Leiro y Cenlle, municipios todos ellos de Ourense. Además, hay ejemplares de sapochoncho en las Gándaras de Budiño, en la cuenca del río Louro, en Porriño, Tui y Salceda de Caselas (Pontevedra) y en las charcas de Olveira, en el parque natural de las dunas de Corrubedo y las lagunas de Carregal y Vixán, en el ayuntamiento coruñés de Ribeira.

Las causas principales de su regresión, apunta la Consellería de Medio Ambiente, son la captura para la venta como mascota; la muerte en nasas de pesca; la existencia de especies exóticas invasoras en sus áreas de presencia o la fragmentación de humedales, especialmente en la población presente en las Gándaras de Budiño. Todos estos impactos, tanto sobre la especie como sobre su hábitat, hacen necesario tomar medidas para evitar su extinción en Galicia a través de un plan de recuperación. Lo que hoy ha aprobado el Consello de la Xunta es el anteproyecto de decreto que da el visto bueno al plan de recuperación.

La catalogación del sapoconcho común como especie en peligro de extinción significa la prohibición, salvo autorización expresa, de cualquier actuación con el propósito de darle muerte, capturarlo, perseguirlo o molestarlo intencionadamente. También, si no se tiene autorización expresa, está prohibida la exposición para venta, importación o exportación de ejemplares silvestres, vivos o muertos, así como sus restos. Asimismo, está prohibida su disecación, excepto en caso de fines científicos o educativos, y se prevé la posibilidad de restringir temporalmente el acceso de visitantes en periodo y lugares considerados críticos para su supervivencia y también obliga a la Consellería a elaborar un plan de recuperación de la especie, que es el objeto del decreto que hoy se acordó.

Según Medio Ambiente, ninguna de estas poblaciones de sapoconcho parece superar el centenar de individuos adultos y la provincia de Ourense es la que presenta un mejor estado de conservación. A causa de este bajo número de ejemplares, la especie es muy sensible a la mortalidad de ejemplares adultos, que se puede producir por acción de depredadores -fundamentalmente especies exóticas como el visón americano o la perca americana-, por atropellos o por captura directa de ejemplares para usarlos como mascotas.

Hasta ahora, el Gobierno gallego ha aprobado el plan de recuperación del oso pardo y actualmente se tramita el procedimiento para su revisión.