Arrestados mientras esperaban el alijo

m. blanco PONTEVEDRA / LA VOZ

GALICIA

Los miembros de la banda canadiense fueron detenidos en un bar de Pontevedra tras semanas de investigaciones

19 may 2015 . Actualizado a las 12:49 h.

Agentes de la Policía Nacional detuvieron en un bar de Pontevedra a cuatro miembros de la banda de moteros norteamericana Ángeles del Infierno como responsables de un presunto delito contra la salud pública relacionado con la transacción de media tonelada de cocaína. Estos cuatro individuos, de nacionalidad canadiense, se desplazaron a Galicia hace unos días para hacerse cargo de la partida de droga, que había llegado a las Rías Baixas en un barco desde Sudamérica. La operación conjunta, desarrollada por el Grupo 42 y Greco Galicia, y en la que colaboraron la oficina de la DEA en Madrid, Europol y la DGI francesa, se inició a raíz de que policías españoles detectasen la presencia en la Península de un grupo de Ángeles del Infierno. La colaboración de las autoridades internacionales permitió entonces identificar a uno de los sospechosos, un miembro de la banda de moteros de la ciudad de San Diego que en el 2008 fue acusado por la Fiscalía de Dakota del Sur de cinco cargos de intento de asesinato en primer grado. Las pesquisas posteriores permitieron a los investigadores constatar que este hombre se encontraba en España para supervisar la recepción de los 500 kilos de cocaína y realizar su entrega a otro grupo organizado con vinculaciones igualmente con los Ángeles del Infierno. El 30 de julio, la policía lo localizó en Madrid junto a otros dos miembros de la banda y fue en agosto cuando se desplazaron a Galicia para cerrar los detalles de la operación de narcotráfico. Los investigadores siguieron en todo momento su rastro y certificaron su presencia durante unos días en un hotel de Mondariz y en una casa de turismo rural de Ponteareas. La detención de los cuatro individuos se precipitó hace unos días, cuando los compradores se hicieron con dos furgonetas cargadas con la media tonelada de cocaína. Los agentes sorprendieron a los miembros de la banda mientras tomaban algo en un bar de Pontevedra, por lo que no pudieron reaccionar y no opusieron resistencia. Junto a ellos cayeron otras dos personas que formaban parte de la organización española encargada de hacer la entrega de la droga.