Pequeño acaba de salir absuelto de una denuncia por injurias que le presentó Ramiro Iglesias, concejal popular en su municipio
26 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El alcalde de Dumbría, José Manuel Pequeño Castro (PSOE), denuncia una estrategia planificada desde la dirección del PP en contra de los regidores de la Costa da Morte que no le son afines. «Están xudicializando a política e tratan de gañar nos tribunais o que non son capaces de facer en democracia», asegura Pequeño, que acaba de salir absuelto de una denuncia por injurias que le presentó Ramiro Iglesias, concejal del PP en Dumbría, un municipio de 3.291 habitantes.
Sin embargo, el primer edil más veterano de la comarca y el socialista más votado de Galicia (71,89 % de los sufragios en las municipales del 2011) considera que la responsabilidad no la tienen los representantes locales si no las altas instancias del partido y señala directamente al presidente Feijoo y al vicepresidente Rueda. «O problema non son os ramiros e compañía, se non os que ordenan unha estratexia de descalificar e perseguir a todos os que non son da súa cor. Aquí na Costa da Morte nunca na vida lle foi ben e seguirán así, pero o que non poden e facer política de xulgado», afirma el regidor que le pide perdón a sus vecinos por el «espectáculo terceiromundista» que supone ver al alcalde en la puerta del juzgado, algo que no le había ocurrido nunca, por una denuncia que tacha de «falsa», tal como quedó acreditado por el juez encargado del caso. Sin embargo, Pequeño no considera que sea la única víctima y cita los casos de «Camariñas, Muxía, Vimianzo ou Carnota» donde asegura que el comportamiento de los populares fue idéntico en los últimos años, en contra de como actúan los socialistas. «Nin a nivel comarcal, nin eu dende a directiva do PSdeG fixemos sangue en ningún momento coa operación Orquesta e vaia se tivemos ocasión. Pediremos responsabilidades políticas e punto, pero non tratamos de descabezar ao PP para que non puidese presentar na Costa da Morte á súa xente máis válida», concluye, indignado, el regidor.