«El día que nos pillen, nos vamos todos a la mierda»

A. Mahía A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

Los pinchazos telefónicos revelan, según la policía, tráfico de influencias, empleos a familiares de cargos públicos o cómo falsificaban los contratos

18 oct 2014 . Actualizado a las 11:52 h.

Cuando a comienzos del 2012 la Fiscalía y la policía trasladan a la titular del Juzgado de Instrucción número 6 de A Coruña sus «fundadas» sospechas de que en Galicia había una serie de entidades, asociaciones, fundaciones y empresas privadas que se repartían a su antojo las subvenciones públicas que les otorgaban para la celebración de cursos de formación, la jueza ordenó de inmediato pinchar los teléfonos de los supuestos implicados para ver lo que sacaban de ahí, así como el registro de las instalaciones. Y de ahí sacaron «conversaciones muy reveladoras» y papeles, documentos o facturas que dejan al aire «los chanchullos».

Hay documentos hallados en la sede de Azetanet, en A Coruña, propiedad de Gerardo Crespo, que demuestran, según los investigadores, la complicidad de algunos responsables de la administración con los aspirantes a las ayudas o el tráfico de favores que había entre ellos. Así, en el despacho de la directora general se encontró una libreta en la que se podía leer: «Dar de alta a la mujer de Luis Álvarez Freijido [exdelegado de Benestar en A Coruña y hoy diputado provincial] como profesora y pagarle 6.000 euros». También aparece Ana María Díaz López, directora xeral de Formación e Colocación, que le pidió un trabajo para la hermana de la directora del Issga. En el sumario no queda acreditado que esas personas terminasen trabajando para él.

Curioso es también el diálogo mantenido entre Crespo y Francisco Javier Pérez Bello, presidente de Feaga y también imputado. Aquí ya se saben investigados:

-Es la primera vez que me inspeccionan. Nunca me inspeccionaron los cursos. Pero tú, tranquilo -dice Gerardo Crespo.

-Ya. Pero eso de que está el fiscal trabajando me pone muy nervioso. Si se pierde el dinero, pues se pierde, pero el tema del fiscal es terrible para todos... -responde Pérez Bello.

Pocos días después, el 26 de abril del 2012, Eliseo Calviño, presidente de los autónomos, le dice a Pérez Bello:

-La gente ha mentido como un cosaco. Si todo esto lo coge un juez con ganas de trabajar, es que desmonta todo de arriba a abajo.

-Sí que es cierto, la cosa puede acabar muy mal.

En otro de los pinchazos queda patente la desesperación de Gerardo Crespo al sentirse investigado. Y así se lo transmite a través de un sms al alcalde coruñés: «Tengo un problema gravísimo y urgente que es una injusticia y me siento indefenso. Puede acabar conmigo. ¿Cuándo puedo contártelo?» Nunca recibió respuesta, lo que molestó poderosamente a Crespo, que en varias llamadas a sus amigos les afea la actitud del alcalde hacia él. Entre ellos, a un presidente vecinal, quien tras escuchar los lamentos de Crespo, le dice: «Qué vergüenza. Con lo que tú diste al partido».

La sensación de que el «chiringuito de las subvenciones», como lo denomina la policía, se les iba de las manos queda reflejado en una conversación entre dos trabajadoras de Crespo. Una, directora comercial, le dice a la otra: «El día que nos pillen, nos vamos todos a la mierda».