Uno de los testigos del hallazgo del Calixtino: «Si no es por el juez, el libro queda allí»

La Voz

GALICIA

28 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El tribunal de la sección compostelana de la Audiencia Provincial también escuchó ayer el testimonio de los dos testigos cuya presencia solicitó la Policía Nacional cuando efectuó el registro en el garaje en el que finalmente apareció el Códice Calixtino. El hombre fue más parco en palabras, pero la mujer habló con lujo de detalles de cómo fue el histórico hallazgo en el que ella participó por motivos legales.

«El Códice apareció dentro de una caja de cartón llena de cemento en polvo. Estaba dentro de unas bolsas de plástico, cuatro por lo menos, y envuelto en periódicos», recordó. La testigo señaló que el registro duró más de dos horas y que aparecieron unas bandejas de plata y otros facsímiles de la catedral y que no fue hasta casi el final cuando llegó el juez instructor, José Antonio Vázquez Taín.

El relato que ofreció la señora atribuye al magistrado el hallazgo del Códice, ya que en su opinión el Calixtino fue hallado «gracias al juez, si no es por él el libro queda allí», afirmó. La testigo del registro explicó que cuando Vázquez Taín se personó en el garaje, que estaba cerrado y se usaba como trastero, enseguida preguntó si habían mirado en la caja en cuestión. «¿Han mirado ahí?, preguntó, y una chica policía le dijo que había metido la mano y que solo había cemento. No, no, sáquenlo y miren bien, dijo él, y fue así cómo lo encontraron», añadió.

 

 

Sexta jornada

 

El juicio se ha suspendido hoy porque la abogada defensora tenía otra vista prioritaria, por lo que la sexta jornada se celebrará mañana. Para el principal acusado, Manuel Fernández Castiñeiras, el fiscal solicita un total de quince años de prisión y multa de 300.000 euros por cuatro delitos diferentes: robo con fuerza del libro, robo con fuerza del dinero de la catedral, blanqueo de capitales y delito contra la intimidad. A la mujer, Manuela Remedios Nieto, y al hijo, Jesús Fernández Nieto, se les acusa de blanqueo de capitales y el ministerio público pide para ambos un año y medio de cárcel y multa de 300.000 euros.

Además, los acusados deberán devolver a la catedral el dinero sustraído -los 1,7 millones de euros hallados en sus pisos ya han sido entregados a la Iglesia- y se exponen a que les embarguen el piso de O Milladoiro (Ames) en el que vivía el hijo y el apartamento que compraron en la playa de A Lanzada.