El hijo del ladrón del Códice antes del arresto: «Eu non sei o que agachas»

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Llegada del hijo de Castiñeiras a los juzgados.
Llegada del hijo de Castiñeiras a los juzgados. SANDRA ALONSO

La policía grabó una discusión en la que Castiñeiras acusó a su hijo de tocar sus «cosas» y este le replicó que no le importaba lo que ocultase

05 feb 2015 . Actualizado a las 09:42 h.

«Papá, eu non sei o que ti agachas, non o sei. Xúrocho pola miña vida e pola vida dos avós e sabes que isto non o fago sempre. Xúroche que non sei que carallo escondes. Non o sei nin o quero saber, ¿vale?». Los micrófonos que la policía colocó en casa del exelectricista de la catedral recogieron el 10 de junio del 2012 una discusión en la que Manuel Fernández Castiñeiras acusaba a su hijo, Jesús Fernández Nieto, de haber tocado sus cosas en la habitación oculta tras una cortina que utilizaba a modo de despacho. A instancias de la defensa, las grabaciones fueron anuladas por el tribunal por vulneración del derecho a la intimidad. Sin embargo, la abogada de los acusados solicitó ayer que se reprodujera solo esta conversación porque considera que acredita que ni la mujer, Manuela Remedios Nieto, ni el hijo eran conocedores de que su esposo y padre ocultaba el famoso libro, así como 1,7 millones de euros presuntamente robados en la basílica.

La cuestión es importante, ya que mujer e hijo se juegan mucho en el juicio. Están acusados de blanquear el dinero que sustraía el cabeza de familia y el fiscal pide un año y medio de prisión y 300.000 euros de multa para ambos. La maniobra de la defensa, reclamando que el tribunal escuche unas grabaciones que antes exigió anular, evidencia que la letrada ya ve a Castiñeiras condenado y se está centrando en salvar a su mujer y a su hijo.

No es de extrañar que la defensa no quisiese que esta grabación se conociese. No deja en muy buen lugar a Castiñeiras, que se muestra cruel e intolerante con su familia con frases amenazantes a su esposa como «vouche dar unha oportunidade», que hacen llorar a la mujer. El hijo interviene y le reta diciéndole: «¿Que foi o que notaches cambiado? ¿Fáltache algo?». A lo que el acusado de robar el Códice replica gritando: «Nas miñas cousas non anda ninguén».

La mujer algo más de los asuntos de su marido parece conocer, ya que cuando su hijo le dice a Castiñeiras que le da igual lo que esconda en su despacho ella interviene apuntando que «son papeis». Sí, había papeles. Muchos papeles robados de la catedral, pero también 1,7 millones de euros guardados en esa habitación y en otros lugares de las cuatro viviendas que posee la familia.

En la jornada de ayer del juicio, la décima, también se terminaron de visionar los más de cuarenta vídeos de la cámara de seguridad del despacho del administrador de la catedral en los que se ve a Manuel Fernández Castiñeiras robando dinero y documentos. El acusado permaneció las más de tres horas que se tardó en reproducir todos los archivos con la cabeza gacha y los ojos cerrados. No miró ni una sola vez a la pantalla. Sí lo hizo su hijo y alguna vez, furtivamente, su mujer, aunque enseguida volvía a bajar la cabeza muy nerviosa.

El juicio terminará hoy con los informes de las partes. El fiscal pide para Castiñeiras 15 años de cárcel y el abogado de la catedral eleva la pena a 31.