Feijoo releva a la delegada de la Xunta en Vigo, imputada en la Patos

Carlos Punzón
Carlos Punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

M. MORALEJO

El presidente le comunicó ayer a Bravo Bosch que será cesada hoy o el jueves próximo. La exedil es una de las impulsoras del grupo crítico del PP local

08 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

María José Bravo Bosch, delegada de la Xunta en Vigo desde enero del 2012 y una de los responsables políticos imputados en la operación Patos, será relevada del cargo en medio de otros ajustes decididos por el presidente del Gobierno gallego en la representación territorial de la Administración autonómica.

El cese de la que fuera concejala del PP en Vigo le fue anunciado en la tarde de ayer telefónicamente por el propio Alberto Núñez Feijoo, según han confirmado tanto fuentes del PP como de la Xunta, que han incidido en que el relevo se aprobará en el consello de la Xunta de hoy, o en el de la próxima semana, según la información transmitida por el mismo presidente a Bravo Bosch y que esta transmitió en la noche de ayer a algunos integrantes de su equipo y entorno en el partido.

Las mismas fuentes señalan que Feijoo y su delegada en Vigo celebraron en los últimos días una reunión en la que ambos abordaron tanto la situación judicial de la representante de la Xunta por su imputación en la operación Patos como su adscripción al grupo alternativo surgido en el PP vigués frente a la exconselleira Elena Muñoz, que aspira a hacerse con la presidencia local del partido en el congreso que se celebrará a comienzos del año que viene.

Bravo Bosch ha sido imputada por presunto tráfico de influencias en la concesión de un curso de formación a la empresa de la hermana de una concejala del PP de Ponteareas; la recolocación de un funcionario; la adjudicación de diversas obras, y «la hipotética mediación a favor de Eiriña en contratos de la Diputación provincial» de Pontevedra, como relató la Fiscalía en su petición atendida por el juzgado de Instrucción número 7 de Vigo en la instrucción de la operación Patos.

Niega las imputaciones

La delegada de la Xunta ha manifestado de forma reiterada su inocencia respecto a las acusaciones formuladas por el ministerio público tras ser objeto de registro su despacho e incautado su teléfono móvil y el de su jefe de gabinete -también imputado- en el marco de la operación judicial con epicentro en Vigo. Bravo Bosch ha reiterado que como delegada no tiene competencias de contratación y que desde la presidencia del Consorcio del Casco Vello de Vigo no le ha dado «ni una sola obra, ni un euro a la empresa Eiriña», con cuyo dueño fue vista por los investigadores de la operación Patos en una comida junto al también imputado y presidente del PP vigués, José Manuel Figueroa.

La UDEF interpretó esa comida como de intermediación en favor de la firma del empresario que milita en el PP, lo que la delegada ha negado señalando que se trató de un encuentro para abordar diferencias en el ámbito del partido.

Bravo Bosch surgió a mediados de septiembre como una de las impulsoras de un grupo alternativo a la corriente oficial del PP vigués, junto a otros ediles de la época de Corina Porro como responsable local del partido, y el que fuera alcalde de la ciudad Manuel Pérez. Dicho grupo se enfrenta claramente a la estrategia de Feijoo en la ciudad, que pasa por consolidar a Elena Muñoz como referente local de la organización a la vez que jefa de la oposición en el Concello.

Abogada y profesora titular de Derecho Romano en la Universidade de Vigo, María José Bravo Bosch fue directora general de los departamentos autonómicos de Familia, Promoción do Emprego, Muller e Xuventude, y de Transportes en distintos momentos de la etapa en la que Manuel Fraga presidió la Xunta, y antes de convertirse en concejala del PP en Vigo, también ocupó el mismo puesto en Ourense.