Esta medida, desde que se implantó, ha levantado en contra a buena parte del sector sanitario, que hasta entonces podía retirarse a los 70
18 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña, expresó ayer su deseo de que se vaya «a una flexibilidad mayor del sistema» para que no obligue a los profesionales sanitarios a jubilarse forzosamente a los 65 años. Esta medida, desde que se implantó, ha levantado en contra a buena parte del sector sanitario, que hasta entonces podía retirarse a los 70.
Almuiña aseguró que la jubilación forzosa a los 65 es una medida tomada en toda España y consideró que lo ideal es dar «una respuesta común a nivel nacional», que queda para el nuevo Gobierno.
Otras opiniones
Este mismo año, el gerente del Sergas no se manifestaba en esa línea. Antonio Fernández-Campa, que fue número dos de Rocío Mosquera y mantiene el cargo con Almuiña, defendió en una entrevista en La Voz en abril la jubilación forzosa a los 65 porque permite «ir incorporando a nuevos profesionales que en diez o quince años ya tengan experiencia».
El conselleiro Almuiña hizo su reflexión precisamente tras presidir el acto de homenaje a los jubilados del área sanitaria de Vigo. Este año se han retirado 126 trabajadores: 27 facultativos, 61 enfermeros, auxiliares y técnicos y 38 trabajadores no sanitarios (celadores, administrativos y personal de cocina). A todos se les entregó una serigrafía de la obra O gaiteiro de Castrelos, donada por el artista José María Barreiro, y la tarjeta dorada, que se implantó hace dos años para el personal jubilado.
También aseguró Almuiña que hay que estudiar las necesidades de personal del complejo hospitalario de Vigo, necesidades que son «variables durante el año».