En Marea ya asume que no tendrá grupo parlamentario propio

Francisco Balado Fontenla
F. Balado LA VOZ

GALICIA

Alexandra Fernández, en imagen de archivo, hablando con el presidente de la Mesa del Congreso en la pasada legislatura, el socialista Patxi López.
Alexandra Fernández, en imagen de archivo, hablando con el presidente de la Mesa del Congreso en la pasada legislatura, el socialista Patxi López. BENITO ORDOÑEZ

Alexandra Fernández dice que lo intentarán, pero reconoce que se trata de una batalla perdida. También espera que se designe «cuanto antes» a un candidato que lidere a este «espacio complejo» para las autonómicas

06 jul 2016 . Actualizado a las 19:23 h.

La diputada electa de En Marea, Alexandra Fernández, es consciente de que para esta nueva legislatura que arrancará en dos semanas (las Cortes se constituyen el próximo 19 de julio), la coalición tripartita volverá a encontrarse con una negativa para formar un grupo parlamentario propio. Al menos es lo que se concluye de sus palabras en Los Desayunos de TVE, programa al que acudió como invitada, y en donde reconoció que se trata de una batalla perdida.

«Nosotros vamos a intentar tener grupo parlamentario. Es evidente que la correlación de fuerzas en la Mesa del Congreso no ha variado y que, es más, el PP pretende jugar con esa presidencia de la Mesa para una posible investidura, y por lo tanto, augura que se configurará una mesa en base a un pacto del PSOE y Ciudadanos», reconoció ante una pregunta de un tertuliano.

La creación de un grupo propio fue una de las promesas de En Marea durante la pasada campaña de diciembre, algo que no pudieron cumplir al encontrarse con la negativa de la Mesa del Congreso a que cada una de las confluencias que acudió a las urnas de la mano de Podemos contara con este privilegio. Este organismo de la Cámara baja aplicó el artículo 23 del reglamento del Congreso, que fija tres requisitos para la conformación de un grupo propio: tener al menos cinco diputados, contar con el 15 % de los votos en las circunscripciones, y que los diputados de un mismo partido no se repartan en dos grupos distintos. En Marea cumplía con las dos primeras premisas, pero fallaba en la última, ya que al haberse presentado a los comicios del 20D con unas papeletas en las que figuraba el nombre de Podemos (una de las grandes exigencias de Pablo Iglesias a la hora de sellar la alianza), quedaban en fuera de juego.

Finalmente los seis diputados de En Marea se integraron en el grupo de Podemos, una solución distinta a la que optaron cuatro congresistas de Compromís, la candidatura valenciana, que sí se desmarcaron de Pablo Iglesias y pasaron a formar parte del grupo mixto.

En Marea insistió en la campaña del 26J con el grupo propio. En esta última ocasión reconocieron que no estaba en sus manos, pero desde el mismo día de la presentación de la candidatura en Palmeira (Ribeira), las voces autorizadas de la coalición formada por Podemos, EU y Anova llamaron al electorado a que les votase en masa para así modificar el equilibrio de fuerzas en la constitución de la nueva Mesa del Congreso. Pero el sorpasso al PSOE no llegó (de hecho, En Marea perdió uno de sus seis escaños respecto a hace unos meses, al quedarse fuera el candidato por Ourense, David Bruzos), y la coalición tripartita es consciente de que su batalla está perdida de antemano.  

Ventajas de un grupo parlamentario propio

Tener grupo propio supone grandes ventajas políticas, económicas y de medios. Quien lo constituye tiene garantizada su representación en todas las comisiones parlamentarias, en la Diputación Permanente y voz propia en la Junta de Portavoces y capacidad para intervenir en todos los debates en igualdad de condiciones; mientras que dentro del Grupo Mixto hay que repartirse tiempos de intervención y asientos en las comisiones.

En las sesiones de control, tener grupo propio posibilita entrar en los cupos de preguntas e interpelaciones al Gobierno, así como ventajas a la hora de incluir sus proposiciones no de ley en los plenos, pero en el Grupo Mixto todo ese 'pedazo de tarta' debe distribuirse a partes iguales.

En el plano económico, por ejemplo, durante la anterior legislatura las fuerzas políticas que se constituyeron en grupo recibieron en el Congreso una subvención fija de 28.597,08 euros mensuales y otra variable, en función del número de diputados componían el grupo, que ascendía a unos 1.645,49 euros mensuales por escaño. El sistema en el Senado es idéntico, aunque varían las cantidades.

BENITO ORDOÑEZ

Además, sólo habiendo conseguido grupo parlamentario propio se puede acceder al cobro de las subvenciones por envío gratuito de propaganda electoral durante la campaña. Y las ventajas se prolongan para las siguientes elecciones, porque los que ahora lo consigan tendrán opción a presencia en los futuros debates electorales y planes de cobertura informativa de los medios públicos. 

Sumar para las autonómicas

De cara a las autonómicas, que se celebrarán a mediados de octubre, Alexandra Fernández dijo que esperaba que la elección del candidato a la Xunta de En Marea se produjese cuanto antes, aunque reconoció que «esto es un espacio complejo», y que por lo tanto no se puede tener prisa. 

La portavoz de En Marea en el Congreso se mostró optimista de cara a los comicios para la Xunta: «Es imprescindible seguir sumando actores políticos, no solo a nivel partidario. Se abre un período en el que tenemos que renovar esa ilusión», pidió. Para ello cuenta con la integración «de movimientos sociales, asociaciones culturales, al movimiento obrero, al movimiento agrario...», concluyó.