El Parlamento retira el ordenador, el móvil y la retribución a los 32 diputados excluidos de la Diputación Permanente

Domingos Sampedro
D. Sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Hasta las elecciones del 2012, los diputados que perdían tal condición percibían una indemnización económica para compensar su pérdida de actividad

03 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Deberán devolver el ordenador portátil que se les entrega al principio al tomar posesión del escaño, así como el teléfono móvil. La Mesa del Parlamento de Galicia aprobó por unanimidad las decisiones inherentes al proceso de disolución de la Cámara y, entre ellas, figura la suspensión de la compensación económica para los 32 diputados que pierden automáticamente esta condición al no ser miembros de la Diputación Permanente, el órgano parlamentario -formado por 22 diputados titulares y 21 suplentes- que sigue activo hasta que se constituya la nueva Cámara tras las elecciones del 25 de septiembre.

Hasta las elecciones autonómicas del 2012, los diputados que perdían tal condición percibían una indemnización económica para compensar su pérdida de actividad, debido a que no tienen derecho a cobrar el subsidio del paro. Es una indemnización que está vigente en el Congreso y el Senado, pero que en Galicia fue abolida hace cuatro años a propuesta de la anterior presidenta del Parlamento, Pilar Rojo.

De igual modo, los diputados deberán devolver el teléfono móvil, el ordenador portátil y la impresora que les fueron entregados junto con su acta, material que en otras ocasiones podían adquirir abonando un valor residual, del entorno de los 100 euros por un ordenador personal. Eso sí, los diputados que pierdan tal condición por la disolución de la Cámara para afrontar la convocatoria de elecciones podrán seguir acogidos voluntariamente al régimen de la Seguridad Social durante un mes más, pero sin percibir retribución económica alguna.

Con la disolución del Parlamento gallego también se declaran caducados todos los proyectos normativos, peticiones o informes que estaban en fase de tramitación. Es el caso, por ejemplo, de la memoria del Consello de Contas relativa al año 2015 o del proyecto de reglamento del citado organismo.

Lo mismo ocurre con la proposición de ley de iniciativa legislativa popular relativa al hospital de Pontevedra, promovida con las firmas de miles de ciudadanos. Para que pueda tramitarse en la próxima legislatura deberá ser elevada de nuevo al registro de la Cámara y ser calificada por la Mesa para su debate.