Los regidores de Camariñas, Fisterra, Muxía y Carnota reclaman que estos edificios emblemáticos se conviertan en centros turísticos abiertos al público en general y no en alojamientos exclusivos
01 mar 2017 . Actualizado a las 15:32 h.La iniciativa de Puertos del Estado de convertir los faros de España en hoteles no ha sido muy bien acogida por los alcaldes de algunas de las torres más emblemáticas de Galicia. Los regidores de la Costa da Morte son los que más oposición presentan a un proyecto que consideran exclusivo para la clientela de estos hoteles y excluyente para la mayoría de los turistas. También, el regidor de Carnota es de la misma opinión y en el Concello de Ribadeo, donde está a punto de abrir el primer faro de España convertido en apartamento turístico, el de isla Pancha, condicionan la licencia de apertura al libre acceso a la isla.
«Tiñamos solicitado un uso máis social para o faro de punta Insua, pero neste concurso non está contemplado. Nós o que queriamos é que puidera ser utilizado polos veciños de Lariño, pero tiñamos que facer unha inversión tremenda e desistimos. Gustaríame que estivera aberto a todo o mundo, pero se abre un negocio que reverta socialmente na localidade, benvido sexa», comenta Ramón Noceda, alcalde de Carnota, sobre el concurso abierto para convertir este faro en un alojamiento turístico.
«Parece que estamos nun país que ou é rendible ou non vale para nada. Estes faros, moitos deles emblemáticos, como os da Costa da Morte, se os colle o concello pódense converter nun escaparate do municipio para o visitante e pódese contar a historia do faro, dos naufraxios...», explica el alcalde de Camariñas, Manuel Valeriano Alonso, que reconoce que no se puso aún en contacto con la Autoridad Portuaria de A Coruña para gestionar turísticamente el faro de cabo Vilán, una de las torres bandera de Galicia, y anuncia que así lo hará próximamente.
«Xa llo dixemos a Autoridade Portuaria, que non viamos un uso hoteleiro no faro de Fisterra, que debería ter un uso máis dirixido ao peregrino e aos turistas, como un centro de interpretación enfocado no cabo, no faro e no monte. Se fas un hotel é un hotel», comenta el socialista José Manuel Marcote, que reconoce que la autoridad no se opone a esta finalidad más turística del faro.
El alcalde de Muxía, Félix Porto, dice que no descarta nada en el caso del faro de cabo Touriñán, aunque afirma que no va a hacer más «castelos no aire» después de que el anterior proyecto para valorizar el faro y el entorno no se pudiese llevar a cabo. Apunta que hubo contactos con la Autoridad Portuaria, con la que es muy crítico en cuanto a la conservación de la carretera, pero incide en que la situación de Touriñán «non é nada sinxela». El principal escollo es el «tremendo investimento» que hace falta.
En el caso del faro de isla Pancha, el Concello de Ribadeo no se opone a la concesión, pero sí condiciona la licencia de actividad al libre acceso al islote, al contar con una pasarela propiedad de la Autoridad Portuaria de Ferrol. También envió un requerimiento a la Xunta y al Puerto para que se pronuncien sobre si hay que parar las obras después de que el Defensor del Pueblo sugiriera la detención de los trabajos hasta que se complete la documentación de evaluación ambiental. Un escrito que, precisamente, parte de la denuncia del colectivo Por Nuestro Faro.
Mientras, el regidor de Ribeira, Manuel Ruiz, sí está a favor del nuevo uso que se le dará al faro de Corrubedo, que saldrá previsiblemente esta primavera a concurso: «Son tres inmuebles afectados. El edificio sirena que tendrá uso hostelero, de restaurante, el faro servirá de centro divulgativo y la vivienda del farero se destinará a alojamiento turístico», indicaron desde el gobierno local, después de explicar que incluso se llegó a aprobar en pleno que el Concello asumiría la concesión, si nadie se presenta al concurso. Por su parte, la Fegamp, si bien no se posiciona sobre el uso que se debe dar a los faros, sí recomienda a las autoridades portuarias que consulten la futura finalidad de estas torres con los ayuntamientos.
Opiniones de expertos
El catedrático muxián de la Universidade de Vigo Antón Castro, exdirector del Instituto del Patrimonio Cultural de España, incide en que «o que lles fai falta aos pobos son estruturas culturais» y los faros son «lugares idóneos para falar da identidade dun pobo. Se os convertes en hoteis, rompes esa identidade do ben, desvirtúala». Mientras, el historiador corcubionés Luis Lamela lo ve desde una perspectiva distinta. A su juicio, «se os faros non renden, caen» y cita ejemplos de varios centros culturales de la Costa da Morte en franco abandono. Por su parte, Agapito Mendoza, farero durante 40 años en Estaca de Bares, Vilán y Fisterra, donde se jubiló el pasado mes de agosto, apunta que en el caso del de Fisterra hacer visitable la linterna implicaría adaptaciones importantes porque no es factible que las miles de personas que llegan allí cada año estén en contacto con los equipos técnicos. Ahora bien, «todo é posible se hai intención» y considera que la autoridad portuaria tiene capacidad decisoria.