El balneario de Guitiriz busca recuperar su esplendor

La Voz / Lugo

GALICIA

El aspecto del balneario en 1922. Durante la Guerra Civil fue habilitado como hospital
El aspecto del balneario en 1922. Durante la Guerra Civil fue habilitado como hospital Juan Cancela

Políticos, empresarios y deportistas utilizaron la estación termal a lo largo de varias décadas

16 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Un cirujano santiagués, José Lázaro, fue el primero que recomendó las aguas del balneario de Guitiriz para dolencias digestivas. Lo hizo a principios del siglo XVIII. A mediados de ese mismo siglo, Casares Gil, de la Facultad de Farmacia de Barcelona, realizó el primer análisis de sus aguas sulfuradas mineromedicinales, que brotan a 15 grados de temperatura en la famosa fuente de San Juan, que todavía está en uso. Estos resultados supusieron que el nombre de Guitiriz apareciera vinculado al termalismo en las exposiciones de Zaragoza, Londres, París y Ámsterdam. Daba comienzo la época dorada de la estación lucense.

El reconocimiento oficial de sus aguas no llegó hasta 1902. En 1908 empezó a funcionar el hotel, que en sus primeros años recibió a más de cinco mil visitantes y que dio esplendor a la villa, que figuraba entre las estaciones termales españolas de mayor prestigio. Políticos, empresarios y familias enteras se dieron cita durante décadas en la localidad lucense para encontrar en sus aguas algún remedio o bien para disfrutar de días de descanso y de intercambio social. Las crónicas de la época recogen que había variedad de precios para usar las instalaciones, a las que tenían acceso tanto personas de elevado poder adquisitivo como economías más modestas. Los precios de las habitaciones oscilaban entre dos y veinte pesetas de las de entonces, es decir, entre un céntimo y doce.

Aspecto actual del balneario
Aspecto actual del balneario M. MARRAS
 

Una mezquita en el complejo

La historia del balneario de Guitiriz estuvo siempre vinculada a los altibajos que sufrió el turismo termal en España. Durante la Guerra Civil fue habilitado como hospital y lo ocuparon los heridos en el frente de Asturias, entre ellos numerosos combatientes musulmanes. A su presencia se debe la construcción de la mezquita que todavía está en pie en el complejo termal.

Después de la guerra, el balneario volvió a recuperar su prestigio. Paralelamente se desarrollaron otros boyantes negocios que dieron vida a la villa lucense, como fábricas de ladrillo, de chocolate, de gaseosas, de sifón o de embutidos. El turismo vacacional de olas, que sustituyó al termal, supuso que las instalaciones de Guitiriz cerraran en el año 1972. No volvieron a figurar en el mapa del turismo termal gallego hasta el año 2003, tras una importante restauración, que le permitió vivir de nuevo años de gloria y desarrollar ambiciosos proyectos, como un campo de golf de nueve hoyos, un atractivo para deportistas -numerosos clubes recurrieron a sus instalaciones para la pretemporada- artistas, políticos y empresarios.

Las instalaciones, según su actual propietario, Andrés Conde, volvieron a funcionar porque Fraga pidió un esfuerzo para poner en valor de nuevo el balneario. La inversión fue de 15 millones de euros y dotó al complejo de 87 habitaciones y 20 suites. Ahora pasan por momentos de dificultades y la propiedad está negociando con grandes grupos un nuevo impulso al balneario.