Una renuncia que apunta a un cambio de ciclo

Domingos Sampedro
D. Sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

CESAR QUIAN

La de Julio Sacristán es una decisión de calado que, por primera vez en ocho años, abre la puerta a que se produzca una verdadera renovación de nombres al frente del PSOE coruñés

26 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La doble renuncia de Julio Sacristán a la alcaldía de Culleredo y a la dirección provincial del partido es una decisión de calado que, por primera vez en ocho años, abre la puerta a que se produzca una verdadera renovación de nombres al frente del PSOE coruñés.

Fue en el 2009, tras perder el control de la Xunta, cuando los socialistas gallegos decidieron implantar las estructuras provinciales sobre las que se hizo pivotar el peso del partido, una labor que en A Coruña asumió Salvador Fernández Moreda en primera persona, pero que después continuaron los herederos políticos que se fueron bregando al calor de la Diputación provincial. Francisco Caamaño y Julio Sacristán fueron recambios que no alteraron ni un ápice esa estructura de poder provincial, a veces más interesada en resolver sus propios asuntos y las liberaciones remuneradas de la élite gobernante que de impulsar una verdadera estrategia encaminada a recuperar el electorado urbano que decidió darle la espalda al PSdeG.

Julio Sacristán era el secretario general del PSOE provincial, el encargado de poner la cara, pero el mando real estaba compartido con el presidente de la Diputación, González Formoso, y dos antiguos colaboradores de Moreda, como el exdiputado Emilio Vázquez y el alcalde de Pontedeume, Bernardo Fernández. Todos ellos se jugaron su posición apostando en las primarias del PSdeG por Villoslada, y resulta que ganó Gonzalo Caballero.

Y Caballero, cuando dentro de tres días sea refrendado como líder del PSdeG, tendrá sobre la mesa una propuesta para decidir la gestora al frente del PSOE coruñés y preparar el futuro congreso. Y los nombres que elegirá serán acordes con el nuevo ciclo del socialismo galaico.