«Cuando voy a tomar un café, me acabo tomando dos, porque siempre me invitan», confiesa Tonecho Varela. Recibir el cariño de los vecinos es su máximo orgullo. Sacristán se pasó la pandemia ayudándoles a resolver problemas. Faraldo y Mouriño siguen en activo, Pose está a sus caballos y Moncho a sus tomates