«Tenemos que aprender a alimentarnos»

l. v. REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

DANIEL AMBROA

Empar Lurbe, pediatra del Hospital de Valencia, defiende la vuelta a hábitos como la comida en familia, la conversación sosegada y la lactancia materna

02 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Con un 18 % de niños de entre 6 y 9 años obesos y un 23 % con sobrepeso, las cifras en España son ya parejas a las registradas en Estados Unidos. Debería existir una asignatura más en los colegios de nuestro país: Hábitos de Vida Saludables, esos que evitarían hablar de niños de seis años con enfermedades de mayores como diabetes tipo 2 o hipertensión arterial. Es como si estuviésemos criando niños viejos. Y no es una amenaza. Es, lamentablemente, una realidad. Según la OMS, seis de los siete principales factores determinantes de la salud están ligados a la práctica de la actividad física y a la alimentación y en los más pequeños no iba a ser menos.

Empar Lurbe, jefa del servicio de Pediatría en el Consorcio Hospital General Universitario de Valencia, defiende la vuelta a hábitos como la comida en familia, la conversación sosegada alrededor de una mesa y, sobre todo, la lactancia materna: «Es la mejor alimentación que puede tener un niño. Soy consciente de que no siempre es posible, pero para eso ya existen alternativas». Lurbe habla de la lactancia como un verdadero antídoto contra la obesidad infantil.

El sedentarismo es el otro caballo de batalla. «Antes -relata- salíamos a jugar a la calle. Ahora los niños se pasan horas en casa delante de una pantalla». Lurbe Ferrer eliminaría dos palabras del diccionario: culpabilidad y prohibición. «Ningún padre debe sentirse culpable de que su hijo sea obeso. Prefiero sustituirla por responsabilidad y, en todo caso, compartida. Tampoco hay que prohibir nada. Hay que hacerlo atractivo y con objetivos reales. Si no, el fracaso está asegurado», señala. La tarea depende de toda la sociedad. Por algo le llaman enfermedad social. «De todos depende que la infancia sea una época feliz. Debe ser un empeño colectivo e igual que aprendemos a hablar o escribir, tenemos que aprender a alimentarnos», dice.