
O Polvorín, el barrio ourensano más envejecido, tiene casas bajas y se rodeará de urbanizaciones con edificios altos
06 mar 2020 . Actualizado a las 17:06 h.A los vecinos del barrio ourensano de O Polvorín no les sorprende que se les diga que son los más envejecidos de Galicia, que la edad media de la población es de 58,1 años. Hace tiempo que ellos mismos se han dado cuenta. No les hacen falta ni estadísticas ni comparaciones. Lo saben. «Normal. Mis raíces en O Polvorín parten de 1986. Mi madre nació aquí y yo nací aquí. Llevamos alrededor de cien años en el barrio y en todo este tiempo se han hecho doce casas, nada más», explica Carmen López, presidenta de la asociación vecinal. Sin contar unos bloques sociales inaugurados por Franco en los pasados años 50.
«Nunca se dejó urbanizar. Antes era zona verde y ahora con las dificultades que hay para aprobar el PXOM de Ourense, pues peor... Este barrio se fue envejeciendo porque la gente joven se marchó. No se pueden hacer ni garajes, ni casas... Ahora quedamos los mayores», afirma otro vecino. A pocos metros de la sede de la asociación se está construyendo una gran urbanización. Un edificio alto de bloques que poco tienen que ver con la imagen del barrio, lleno de casas bajas y casi todas unifamiliares. Muchas vacías. «Ahora se va a convertir en una zona de paso para el barrio residencial que está previsto cerca de aquí. Estamos rodeados, pero no se hace nada. Estamos marginados», señalan.
Recuerdan cuando en O Polvorín había varios comercios: una mercería, una pescadería, una carnicería, un bar... «Ahora temos só unha tenda e ningunha cafetería», dice un hombre que, señalando a su casa, relata: «Mira, aí vivo eu. Todos os meus veciños teñen máis de 90 anos e esas outras casas que ves, están todas baleiras. Nós vivimos cómodos, porque é como estar no campo soíños, pero isto acábase». En la asociación vecinal son algo más de cien personas, pero la mayoría ya no reside en O Polvorín, aunque colabora para poder participar en fiestas y actividades en el barrio. La única tienda que queda, de alimentación, está regentada por José López. «Levo aquí trinta anos. E nótase bastante a baixada de xente, sobre todo dende mediados dos anos oitenta. Sempre foi a menos, porque era zona verde», señala. Y cree, al igual que el resto de vecinos, que esa es la principal razón del envejecimiento del barrio. Una mujer que compra fruta se suma a la conversación: «Daquí a xente escapa. E coa apertura desta rúa para a urbanización, vai ser unha sangría».