Sobreseída, de nuevo, la causa judicial por la desaparición de Sonia Iglesias hace ocho años

Alfredo López Penide
lópez penide PONTEVEDRA / LA VOZ

GALICIA

La policía registró una vivienda en busca de pruebas
La policía registró una vivienda en busca de pruebas Ramón Leiro

El caso se reabría a mediados de 2017 y se realizaron varios registros en propiedades de la familia de Julio Araújo, expareja sentimental de la joven

29 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Como ha venido ocurriendo en los últimos ocho años, todas las pistas que se han seguido para tratar de esclarecer la desaparición de la pontevedresa Sonia Iglesias han acabado conduciendo a callejones sin salida. Si a principios de esta semana el fiscal jefe Juan Carlos Aladro afirmaba que se habían abierto nuevas líneas de investigación, ayer la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Pontevedra archivó provisionalmente, de nuevo, una causa judicial que reabrió a mediados del pasado año con unas actuaciones declaradas secretas.

Estas mismas diligencias derivaron en el espectacular despliegue policial que se registró en el entorno de una casa y los terrenos aledaños propiedad de la familia de Julio Araújo, quien fue compañero sentimental de Sonia Iglesias y padre de su único hijo. Los agentes, muchos de ellos especialistas de la brigada científica procedentes de Madrid, trataban de encontrar restos humanos o, al menos, algún resto de ADN que permitiera avanzar en la investigación.

Las distintas fuentes consultadas confirmaron que sí se localizaron vestigios genéticos, pero los mismos resultaron ser indeterminados. Es decir, que no señalaban a nadie en concreto ni demostraban que alguna vez Sonia Iglesias estuviese en esa propiedad, una de las tesis de trabajo con las que acudieron los investigadores a la casa de Mourente.

Tras aquellos registros, Julio Araújo y su hermano fueron llamados a declarar en Comisaría, pero no llegaron a estar imputados judicialmente. Un nuevo callejón sin salida, aunque el archivo se puede recurrir.