El convento dominico de Viveiro, una ganga según el catastro

s. serantes VIVEIRO / LA VOZ

GALICIA

PEPA LOSADA

Hacienda valora en menos de 200.000 euros un edificio de casi 4.000 metros y una finca de 15.000

02 ago 2018 . Actualizado a las 14:15 h.

El silencio público de la Orden de los Predicadores contrasta con la «honda pena» que expresa la Cofradía de Nuestra Señora de Valdeflores por «lo que ya se confirma como cierre definitivo» del convento dominico de Viveiro. A esa hermandad, al Concello y a parte de la sociedad viveirense les preocupa cómo puede acabar un monasterio deshabitado por primera vez en seis siglos. Declarado monumento histórico artístico nacional, se extiende por 18.273 metros cuadrados, presididos por un edificio de 3.782. Una propiedad que la Dirección General del Catastro valora este año en 197.918 euros.

Situada en Xunqueira, muy cerca del casco histórico de Viveiro, la preside un inmueble de forma cuadrada con un patio central, el claustro. De dos plantas, cada una de 1.865 metros cuadrados, el edificio lo completan un ala a la izquierdo de la fachada principal y una capilla adosada en la trasera del lateral derecho. Además cuenta con una finca de 14.491 metros cuadrados protegida por un muro. El catastro le asigna a la edificación un valor de 138.746 euros, a 36,68 euros el metro cuadrado; y a la parcela, de 59.171 euros, a 4 euros el metro.

Expertos consultados apuntan que el valor catastral de un inmueble puede rondar poco más de un tercio del de mercado. Con el monasterio de los dominicos en Viveiro, se queda muy por debajo porque, según un reciente informe del portal inmobiliario Idealista, el precio medio del metro cuadrado en poblaciones turísticas de A Mariña como Viveiro se situaba en junio en 1.069 euros, con lo cual solo el edificio alcanzaría los cuatro millones.

Investigación policial y judicial

A la espera de lo que decida la Orden de Predicadores sobre el destino del cenobio de su propiedad, que cerraron el 18 de junio las últimas seis monjas que lo habitaron, en Viveiro surgen propuestas para evitar el deterioro del edificio. Desde el museo de arte sacro que sugiere la Cofradía de Valdeflores hasta el parador de turismo o el geriátrico que plantean varios vecinos.

Sobre ese convento persisten los misterios que rodearon los meses previos a que lo abandonasen seis religiosas por desavenencias con otras tres. Y sigue abierta una investigación policial y judicial tras denunciar la última priora la desaparición de dos voluminosos códices.