Miguel Ángel Cadenas: «Muchos jueces vemos con estupor y tristeza lo que pasa con la Justicia»

José Manuel Pan
josé manuel pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

MARCOS MÍGUEZ

El presidente del TSXG reconoce que el ámbito judicial atraviesa un momento «especialmente delicado»

21 mar 2019 . Actualizado a las 20:51 h.

«¿Qué está pasando con la Justicia? Eso también se lo preguntan muchos jueces». Miguel Ángel Cadenas (Ourense, 1947) reconoce que la Justicia atraviesa un momento «especialmente delicado», con una huelga de jueces reclamando más medios e independencia y con la intromisión política en el nombramiento del presidente del Consejo General del Poder Judicial. De todas formas, el presidente del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia cree que «cuando se habla de Justicia hay que precisar a quién nos estamos refiriendo, porque hay muchos protagonistas y cada uno tiene su responsabilidad en la situación actual».

-¿A quiénes nos referimos?

-Si se refiere a los jueces, nosotros somos el poder judicial, pero no somos los únicos protagonistas. Hay operadores jurídicos públicos y privados que también inciden en la imagen de la Justicia. Los jueces, en los últimos acontecimientos, no hemos tenido ninguna intervención. Es más, muchos compañeros vemos lo que pasa con estupor y tristeza. No somos protagonistas activos, aunque sufrimos consecuencias más o menos directas.

-¿La política quiere controlar a la Justicia?

-Cuando se habla de la politización de la Justicia, en esencia se habla de un problema de control de un poder del Estado por parte de otro. Los jueces tenemos el imperativo legal de ser independientes y eso casa muy mal con el control del que estamos hablando. Los veinte vocales del Consejo General del Poder Judicial, el órgano de gobierno de los jueces, son nombrados por el Congreso y el Senado, es decir, por el poder legislativo. Y detrás están los partidos políticos. Esa vía es para muchos jueces una forma de politizar excesiva e indebidamente el poder judicial. No por la función jurisdiccional, que no le compete al Consejo, sino por las competencias que inciden directamente en la carrera judicial: ascensos, nombramientos, potestad disciplinaria, facultades inspectoras...

-Los presidentes de los tribunales superiores hablan de situación insostenible.

-Hay que entender eso en el sentido de que hay que afrontar ya los problemas estructurales que padecen la Justicia y el poder judicial, de organización y de modernización. Hay que retomar, si no hay otra solución, la figura de los tribunales de instancia, e incorporar de forma ordinaria las nuevas tecnologías al funcionamiento judicial. Y hacen falta más jueces.

-¿No hay suficientes jueces?

-Venimos diciendo desde hace tiempo que no. En España hay unos 5.500 jueces para afrontar cuatro o cinco millones de asuntos. En Galicia somos 350 jueces, un número insuficiente para el nivel de litigiosidad existente.

-En Galicia se están señalando juicios de lo social para el año 2021. Eso también es insostenible.

-El área de lo social es de las que más sufren por la exigencia cuantitativa y cualitativa de los asuntos, que en la mayoría de los casos son siempre urgentes. No es solo el despido o la vulneración de derechos fundamentales. Son también prestaciones que, a veces, son de subsistencia: jubilación, viudedad, subsidios asistenciales... Pero el nivel de asuntos es tal que la estructura judicial no es capaz de dar una respuesta en el tiempo preciso. En muchos casos el juez no puede hacer otra cosa. Lo que no es materialmente posible no resulta jurídicamente exigible. De todas formas, la situación en lo social en Galicia no es simétrica, no es la misma en todos los sitios. Es especialmente preocupante en A Coruña, en Santiago o en Lugo. Pero quiero puntualizar que la Sala de lo Social del Tribunal Superior, adonde llegan todos los recursos, está absolutamente al día. Y eso es muy importante, pues en la mayoría de los casos ahí termina el conflicto.

-Pero el ciudadano ve que si lleva un problema al juzgado va a tener que esperar años.

-Insisto, no siempre ocurre eso. Y cuando ocurre hay que saber por qué ocurre, decirlo públicamente y exigir medidas para paliar el problema. Es que un juez no puede señalar y celebrar 30 juicios en un día. Es imposible.

-¿Cuál es la solución?

-La solución es que quien tiene la responsabilidad y la facultad de decidir modifique la organización judicial y haga una reordenación territorial. Y modernización y medios y un numero de jueces suficiente, teniendo en cuenta que los jueces no se inventan, no se improvisan.

-¿No es un fracaso que una persona sepa hoy que su juicio no se verá hasta el año 2021?

-Yo fui juez de lo social hace más de 20 años en Vigo. Éramos tres jueces de lo social y cada uno dictábamos más de mil sentencias al año. Aquello no daba más de sí y eso implica un sufrimiento en los intereses de los ciudadanos, pero también en el órgano judicial y en los jueces.

-¿Y eso está bien?

-¡Como va estar bien! En absoluto.

-Pues sigue pasando.

-Pero no apuntemos solamente a los jueces.

-¿A quién apuntamos?

-Ya se lo he dicho antes. El poder judicial no gestiona medios ni recursos. Lo que hace es denunciar sus carencias, explicar por qué a veces la Justicia es lenta y pedir que se afronte urgentemente la situación.

-¿Qué le queda al ciudadano?

-Lo que se hace a veces, invocar razones de por qué no puede esperar hasta el 2021, y pedir que se pueda adelantar su juicio. A veces es factible hacerlo, y a veces, no.

-Ante eso, ¿que hace el presidente del Tribunal Superior?

-Pues cuando tengo oportunidad de decirlo, como ahora, lo digo.

-Y también llama al juez, ¿o no se hace así?

-No. No se hace así. Únicamente que tenga conocimiento si los afectados vienen directamente a mí. Puedo pedirle que valore las circunstancias del caso y actúe en consecuencia. Pero no puedo imponer, porque los señalamientos son del órgano judicial y no tengo fuerza moral ni jurídica para hacerlo.

«No se abre un expediente caprichosamente, se abre para depurar responsabilidades»

A los problemas de la Justicia en general, en Galicia se le suman los retrasos derivados de tres meses de la huelga de funcionarios.

-Un problema más.

-Esa huelga trajo un mayor retraso, pero no quiere decir que haya un caos en ningún órgano judicial. Sabemos que hay retrasos. Otra cosa es que no podamos hacer señalamientos porque no hay fechas hábiles. Y volvemos a lo mismo, si hubiera jueces suficientes podría haber mayor efectividad.

-Los jueces también han hecho huelga.

-Esa huelga viene motivada por un sentido de la responsabilidad. Reivindicamos que se respete la independencia y no se politice al poder judicial más allá de las previsiones legales. Y que nos den los medios para ejercer una Justicia eficaz, eficiente y moderna.

-El Poder Judicial le ha abierto expediente a la jueza Pilar de Lara.

-El contenido del expediente es materia reservada. Lo que puedo decir es que no se abre un expediente caprichosamente, se abre para depurar hechos y responsabilidades.

-¿Qué se hacía mal en ese juzgado de Lugo?

-El expediente se sigue por hechos concretos, con nombre y apellidos.

-Se analizan instrucciones muy largas, de ocho o diez años.

-Lo que puedo decir es que una gran demora en una instrucción es una perversión del sistema. Grandes e injustificadas demoras son actuaciones indebidas. Eso puede tener reflejo disciplinario, pero no se puede hablar en general de un juzgado ni de una jueza.

-¿Cómo impedir instrucciones tan largas?

-Aparte de las medidas legales, aún hoy sometidas a discusión, es muy difícil limitar temporalmente una instrucción sin perjudicar, en su caso, a la investigación. El mundo de la investigación penal es complicado. Es fundamental la figura del instructor, pero también la del fiscal, que está en todas las instrucciones.

-Usted se jubila en abril. Haga balance.

-Siempre se puede hacer más y mejor. Cuando ingresé en la carrera judicial, hace más de 40 años, adquirí un compromiso con el Estado, con la sociedad y conmigo mismo, que espero haber asumido suficientemente.

-¿Cree que los ciudadanos entienden a los jueces?

-Para entender algo hay que conocerlo, y lo que veo es que muchos ciudadanos no conocen suficientemente cómo y en qué condiciones trabajan los jueces.