«Se puede hacer más con menos, pero a la larga genera un desgaste insostenible»

E. Á. SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

SANDRA ALONSO

Rafael Matesanz fue director de la Organización Nacional de Trasplantes

28 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Partido Popular ha vuelto a quedarse solo en la comisión de investigación sobre las consecuencias de los recortes en el sistema sanitario, y una de las comparecencias que solicitó fue la del exdirector de la Organización Nacional de Trasplantes, Rafael Matesanz, quien se enteró al llegar de que la oposición no se iba a presentar en la reunión. Matesanz defendió el modelo de trasplantes español, líder a nivel mundial desde hace años, así como los logros conseguidos por la comunidad gallega en esta materia aún en época de crisis, y recordó que «se puede hacer más con menos, pero no es lo deseable».

-¿Es Galicia referente en trasplantes?

-Galicia tiene aspectos francamente relevantes. Por ejemplo, el equipo de trasplantes cardíacos del Chuac tiene el menor tiempo de espera y es el más eficiente en cuanto a la obtención de corazones, así como el tercero de España en realizar más trasplantes. En pulmonar también es referencia para muchas comunidades y lo ha sido para Portugal, y los equipos renales están utilizando órganos que otras comunidades no utilizan. En tejidos Galicia también es una potencia, y además hay dos aspectos que me gusta destacar, y son que en las dos líneas de crecimiento que hay en España en trasplantes, la donación en parada cardíaca y la cooperación con los servicios de urgencia, Galicia es de las comunidades que se incorporaron hace años al despegue de estas actividades a nivel estatal.

-¿En qué se notaron los recortes en sanidad entre el 2008 y el 2015 en el sistema de trasplantes?

-El sistema, en el momento más duro de la crisis, se había tensionado porque estábamos manteniendo la actividad o incluso aumentándola. Pero las cifras que cité de nueve mil millones menos de gasto sanitario, que en términos reales fue del 22 % del total, se tradujo en menos personal, menos sueldos, obsolescencia de aparataje y más dificultades que repercuten en todos: no solo en el trasplante, sino en otros aspectos de la sanidad.

«Si el sistema sanitario va mal, los trasplantes van mal: sí es un termómetro»

-¿Si ahora no hay una inyección se verán las consecuencias?

-Es fundamental, hace falta renovar equipos y es el momento de hacerlo. Es evidente que están más envejecidos que cuando empezó la crisis, y eso tiene aspectos positivos pero también negativos. Esta actividad requiere esfuerzos a horas intempestivas, y no es lo mismo ir a buscar un corazón a las cuatro de la mañana con 30 años que con 60. También hay una obsolescencia tecnológica y eso se ha notado.

-No parece que los trasplantes sean un buen termómetro para medir las consecuencias de los ajustes.

-Sí lo son, porque son un aspecto más de la sanidad y pueden ser un termómetro de lo que está pasando. Los trasplantes no los realiza personal que se dedica solo a ellos, sino que los hacen cirujanos generales y trabajadores de distintas áreas, por lo que si las cosas van mal en el hospital los trasplantes no se pueden hacer. Un hospital que hace trasplantes es porque funciona, y si el sistema va mal los trasplantes van mal.

-Aseguró en la comisión que se ha hecho más con menos, pero tensionando el sistema y con menos personal: no se ha hecho a coste cero.

-Se ha hecho a costa de tensionar el sistema. Una cosa es que se pueda y otra es que sea deseable, son dos temas completamente distintos. Yo lo que he hecho ha sido analizar lo que ha ocurrido durante los años más duros de la crisis, intentando ser objetivo con los resultados que había antes y los que se han conseguido después. Y se ha visto que con menos recursos se ha conseguido más. Ahora bien, ninguno de los que estamos en el sistema de trasplantes hubiera deseado llegar a esa situación. Evidentemente, todo el mundo quiere trabajar en las mejores condiciones, por lo que el hacer más con menos genera un desgaste que a la larga no es sostenible. Se ha logrado, pero no se puede pensar que eso se pueda seguir manteniendo, porque supone un desgaste de los profesionales y provoca algunos efectos secundarios, como el envejecimiento, que hay que solucionar, es decir, que ahora es necesario hacer un esfuerzo por dotar al sistema adecuadamente.