Atropellos y accidentes de moto elevan la cifra de muertos en Galicia

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Atropello mortal en la N-550
Atropello mortal en la N-550 MARTINA MISER

La mitad de los 31 fallecidos este año son usuarios considerados vulnerables: 9 peatones y 5 motoristas

21 jul 2019 . Actualizado a las 23:39 h.

Distracciones, excesos de velocidad, imprudencias... En ese abanico de posibilidades, todas relacionadas con el factor humano, centran los expertos los motivos que puedan explicar el incremento del número de víctimas mortales en las carreteras gallegas cuando están a punto de cumplirse los cuatro primeros meses del año. En Galicia han muerto hasta el momento 31 personas. Son 13 más que en el mismo período del 2018, aunque para la comparación hay que tener en cuenta que el año pasado hubo un mes blanco, sin muertos en la carretera, que fue el de abril.

Pese a esa cautela en la comparación, la coordinadora de la Dirección General de Tráfico en Galicia, María Victoria Gómez Dobarro, realiza una advertencia: «Hay datos que nos ponen en guardia, en este 2019 el 94 % de los fallecidos en Galicia lo fueron en carreteras convencionales, y el 45 % son usuarios vulnerables: 9 peatones y 5 motoristas». Y apunta también que «en buena parte de los casos hay una imprudencia del peatón, que irrumpe en la vía, así como excesos de velocidad y distracciones en la mayor parte de los conductores». Para la responsable de la DGT en Galicia, «los vulnerables son una prioridad, como lo es también la vigilancia del cumplimiento de la norma».

Recuerda Gómez Dobarro que la Unión Europea señala que cumplir las normas de tráfico «es la forma más efectiva de reducir los accidentes, los muertos y los heridos», y que «los países que obtienen mejores resultados en ese aspecto son los que disponen de sistemas de autoridad eficaces, y también nos dice ?añade la coordinadora de la DGT? que los pilares de la seguridad vial están en el control de la velocidad, en el consumo de alcohol y drogas y en el uso de los sistemas de seguridad».

Y en ese aspecto, el de la vigilancia, Galicia está a la cabeza de las comunidades españolas. Francisco Javier Molano, teniente coronel jefe de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de Galicia, destaca la implicación de los agentes a su cargo y asegura que se está trabajando «con gran intensidad», y recuerda que una buena prueba de esa actividad es el elevado número de positivos que se están detectando en Galicia: de alcohol, el 16 % del total de España; y de drogas, el 12,5 %. A eso se une la vigilancia de la velocidad, que en alcanza el 20 % de las denuncias captadas por los radares móviles y estáticos que gestiona la Guardia Civil.

 

«Creo que estamos trabajando en la línea adecuada, con una colaboración continua y estrecha con todas las Administraciones, analizando los accidentes con las jefaturas de Tráfico, con el Ministerio de Fomento, con la Xunta, con el Imelga, con la Fiscalía... Nos preocupa la seguridad vial», asegura el teniente coronel Molano, que reconoce que, «pese a todo, no somos capaces de condicionar determinados comportamientos irresponsables». De todas maneras, Molano cree que es pronto para sacar conclusiones sobre las causa de los accidentes de tráfico mortales de los cuatro primeros meses del año. Dice que en solo cuatro meses es difícil conocer cuál es la tendencia sobre la siniestralidad en una zona concreta, aunque sí es optimista y cree que este año habrá mejores resultados que en el 2018, cuando perdieron la vida 104 personas en accidentes en las carreteras gallegas.

Este 2019 era el año de los cambios en el tráfico, pero la mayoría de ellos quedaron frenados por la convocatoria electoral. De los que tenía previstos, la DGT solo pudo aplicar la reducción, de 100 a 90 kilómetros por hora, del límite máximo de velocidad en las carreteras convencionales, donde ocurren más del 90 % de los accidentes mortales de Galicia. El resto de las modificaciones quedaron aplazadas, entre ellas la reforma del permiso por puntos, que dio un gran resultado en sus primeros años de vigencia, pero que necesita de una actualización. Gómez Dobarro ve «incuestionable la utilidad del permiso por puntos, una herramienta que ha ayudado a cambiar la forma de conducir, a crear conciencia y a reducir la accidentalidad». Pero cree que «es necesario actualizar aspectos que se han demostrado mejorables y porque la movilidad ha evolucionado y cambiado».