La Xunta prioriza el área sanitaria en sus cuentas del 2020 y creará más de 400 nuevas plazas

GALICIA

La inversión por gallego va desde los 4.252 euros en Lugo a los 3.200 en Pontevedra
19 oct 2019 . Actualizado a las 14:52 h.Los Orzamentos 2020 de la Xunta de Galicia ya están en el Parlamento, cumpliendo así cuarenta años consecutivos de cuentas actualizadas sin prórrogas. El conselleiro Valeriano Martínez presentó junto a su equipo las grandes cifras de la comunidad para el próximo año, de las que destacó su capacidad de trasladar certezas a los gallegos en un contexto complicado por la inestabilidad política y de las dudas en torno a la economía.
El gran número es conocido, 10.149 millones de euros con los que Administración autonómica agota el techo de gasto y que, según el titular de Facenda, permiten apostar por el reequilibrio territorial. Así, y atendiendo a la territorialización del gasto, la Xunta va a gastar por cada gallego que viva en la provincia de Lugo 4.252 euros; en Ourense, 4.096; en A Coruña, 3.281; y en Pontevedra, 3.200 euros.
Por consellerías, la mayor partida se la llevará la Sanidade, que acapara algo más del 40 % del total del presupuesto hasta alcanzar los 4.109 millones; le siguen en volumen Educación, con 2.446; Política Social; 776; Economía, 539; y Medio Rural, 537. El resto de departamentos se mueven entre los 383 millones de los que dispone Infraestruturas y los 59 que tiene la propia consellería de Facenda, la menos dotada. En total, tres de cada cuatro euros se destinan a los ejes que la Xunta considera más relevantes: el servicio gallego de salud, la educación y las políticas sociales. La que más crece porcentualmente el próximo ejercicio es la de Cultura e Turismo, con un 8,9 %, catapultada por las inversiones para el Xacobeo 2021, que alcanzan transversalmente 82 millones de euros.
Empleo público
En el ámbito sanitario, las cuentas permitirán crear 407 nuevas plazas en el Sergas, de las cuales 147 son para atención primaria; 24 para la atención domiciliaria; y 236 para nuevas dotaciones.
En educación se contratarán a 20 orientadores para el Plan de Orientación profesional y 30 cuidadores para alumanado con necesidades especiales, así como 28 profesionales para nuevas unidades de bienestar. El reparto de fondos también cubrirá un mes más de actividad para cerca de un millar de bomberos forestales, además de las 548 nuevas plazas que se están creando entre este año que acaba y el siguiente.
La deuda del Estado
El conselleiro Valeriano Martínez aseguró sobre la deuda que mantiene el Gobierno central con la Administración gallega que no va a afectar a los presupuestos del próximo año, «porque coñecemos o percal», dijo pidiendo disculpas por la expresión coloquial. En todo caso, van a extremar la prudencia a la hora de aplicar, por ejemplo, los 170 millones que Galicia reclama por haber cumplido el equilibrio financiero, que no entrarán en las cuentas del 2020. El titular de Facenda recordó que esos fondos no son «dádivas» del Estado, sino que se trata de recaudación que corresponde a los gallegos: «Non podemos enganar as persoas, non nos consideren tontos. Somos menos, e algo máis ricos, pero non máis idiotas».
Reacciones de la oposición
La optimista visión del Gobierno solo fue avalada por el PP en el Parlamento de Galicia, donde esta mañana hubo reunión de la Xunta de Portavoces para decidir el calendario de debate de las cuentas, que comienzan el próximo jueves con las comparecencias por departamentos y que se coronarán el 17 de diciembre con el pleno de aprobación.
Los líderes de la oposición hicieron una primera valoración de las grandes líneas y dejaron cuestiones más pormenorizadas para los próximos días, pero como ser habitual solo recibieron críticas. Xoaquín Fernández Leiceaga vio como negativa una circunstacia que el popular Pedro Puy valoró al contrario, «a continuidade». El socialista interpretó que son unos Orzamentos de un Gobierno «esgotado», y puso el acento en la exención fiscal en el impuesto de sucesiones, situada ahora en un millón de euros por heredero. «So afecta aos grandes patrimonios», dijo el exportavoz, que cuestionó un descenso «notable» en infraestructuras, y aunque valora el «esforzo» en Sanidade cree que no será suficiente para recuperar la situación de recortes que atribuye a la última década.
Manuel Lago (Grupo Común da Esquerda) también ve falta de ideas y propuestas, sobre todo en el delicado terreno industrial y técnicamente discutió que se trate de las cuentas más sociales de la historia porque la Xunta no computa la inflación con respecto a hace diez años. Por tanto, cree que el «discurso do crecemento san» se cae. «Feijoo asume a disciplina de Casado», apuntó Lago, que lamentó que una persona que herede dos millones de euros vaya a pagar lo mismo que uno que reciba 15.000, puso como ejemplo.
Ana Pontón, del BNG, también puso el acento en la falta de alternativas a los sectores industriales que peor lo están pasando y los calificó de inútiles para la vida de las personas. «Hai moito autobombo, moito ruído e poucas noces», lamentó, lo que constata «un fin de ciclo».
Por su parte, Luís Villares (En Marea) incidió en que las rebajas fiscales están pensadas para los ricos, a los que la Xunta, aseguró, quiere financiar para comprar una segunda residencia «en San Vicente do Grove ou en Barreiros», ejemplificó sobre la reducción o supresión de impuestos de transmisión en las parroquias rurales poco pobladas.