Polémica por un posible mir catalán: los médicos alertan del error que supondría

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO

GALICIA

Examen del pasado mir en Santiago
Examen del pasado mir en Santiago XOAN A. SOLER

El acuerdo de gobierno de PSOE y Podemos recoge el traspaso a Cataluña de la formación sanitaria especializada

06 feb 2020 . Actualizado a las 10:00 h.

El punto 9.4 del acuerdo de gobierno que firmaron PSOE y Podemos recoge literalmente: «Daremos cumplimiento a los dictámenes del Tribunal Constitucional y traspasaremos a la Generalitat aquellas competencias pendientes ya reconocidas en el Estatut de Cataluña en materias como la gestión de becas universitarias, la formación sanitaria especializada, el salvamento marítimo...». ¿Quiere decir eso que va el Gobierno a permitir un mir catalán? Aunque de momento solo hay rumores y ninguna propuesta concreta, la posibilidad de que se descentralice esta prueba es para los especialistas gallegos «un error» y «una locura».

El pasado fin de semana se celebró una asamblea del consejo general de colegios médicos en Madrid. Y aunque no formaba parte del orden del día, el rumor estuvo presente. José Luis Jiménez, presidente del consello galego de médicos, concluye que esta opción «sería un error y una suma negativa para las dos partes, tanto para Cataluña como para el resto de España». En realidad los médicos creen que el traspaso no está realmente en la agenda del Gobierno, pero en todo caso estropearía lo que ahora mismo «es el mejor modelo de formación sanitaria del mundo», explica Jiménez. 

Y sería negativo especialmente para Cataluña porque cuenta, sobre todo en Barcelona, con algunos de los mejores hospitales y con fortalezas altísimas en áreas como hematología, hepatología u oncología pediátrica, lo que hace que se vayan a estos centros los mejores expedientes del mir, «esto hace que llegue mucha excelencia a Cataluña y que otros médicos que van a formarse a centros excelentes de fuera de la comunidad después regresen».

El director general de ordenación profesional del Ministerio de Sanidad, Rodrigo Gutiérrez, salió al paso de la polémica en una entrevista publicada en isanidad, en la que asegura que no hay nada real en esta posibilidad porque las comunidades ya participan en el mir ofertando plazas y pidiendo la acreditación de las que necesitan. Pero entonces, ¿a qué se refiere el acuerdo firmado entre PSOE y Podemos? Para Julián Álvarez Escudero, decano de la Facultad de Medicina de Santiago, una hipotética descentralización «es una locura». Escudero matiza que habla a título individual porque este tema no se debatió en ningún foro pero, insiste, «en mi opinión soy totalmente contrario, atendiendo a razones meramente técnicas no lo entiendo, me parece un brexit que no tiene ni pies ni cabeza». 

Los facultativos apuestan por lo contrario

Es más, aunque sería muy complicado a nivel práctico, los médicos son partidarios de lo contrario, es decir, verían bien «que fuera una prueba para veinte países de Europa, por ejemplo», dice Álvarez Escudero. Y coincide José Luis Jiménez, «ojalá fuese un mir a nivel europeo, tendría muchas ventajas». El presidente del consello galego asegura que a excepción de algunos modelos concretos vinculados a hospitales británicos o de Estados Unidos, «no hay un sistema mejor, y desde luego no a nivel estatal».

Un sistema que inauguró Asturias en los sesenta

¿Y cuándo empezó el mir en España? En los sesenta. Su origen está en el modelo «aprender trabajando» de Estados Unidos y el primero en ponerlo en marcha fue el Hospital General de Asturias, en Oviedo, en 1963. Un año más tarde lo hizo la clínica Puerta del Hierro de Madrid; en el año 1972 se generalizó en toda España; y en 1984 se convirtió en la única vía legal de especialización. Desde entonces está dirigida y regulada por el Ministerio de Sanidad y colaboran las comunidades autónomas.

A nivel organizativo, los médicos defienden las bondades del sistema. Es cierto que todo es mejorable, y por ejemplo se trata de un examen que no tiene en cuenta las habilidades emocionales y comunicativas de los aspirantes, fundamentales en el ejercicio de la profesión, «de ahí que a veces nos encontramos con hiperestudiantes que después tienen deficiencias comunicativas que pueden ser un problema», concluye el presidente de los colegios médicos gallegos.