El coste de la dispersión: la Xunta gasta 127 millones en autobuses cada año

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Imagen de la nueva estación de autobuses de Santiago
Imagen de la nueva estación de autobuses de Santiago XOAN A. SOLER

El desembolso se destina al transporte escolar y a hacer rentables las líneas rurales

27 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Un país disperso, con múltiples núcleos de población, viviendas aisladas y villas que actúan como polos económicos comarcales. La organización territorial y el asentamiento de la población en Galicia complican enormemente su red de transporte público por carretera, que se encuentra ahora en proceso de transformación que culminará el año que viene, con la plena instauración del nuevo plan de transporte autonómico que ya está en marcha en muchas zonas de la comunidad. Esa complejidad y el alto coste para superarla y vertebrar el país se reflejan en los presupuestos autonómicos para el 2021, en el que los distintos departamentos implicados gastarán cerca de 127 millones de euros en la red de autobuses que otorga capilaridad al difuso escenario demográfico gallego.

La mayor parte de este dinero (69 millones) será desembolsado por la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade, responsable del diseño del nuevo plan de transporte y que asume buena parte del gasto que antes realizaba Educación en los buses escolares al idear las líneas compartidas con reserva de plaza para estudiantes. Buena parte de este gasto se destina a equilibrar las cuentas de explotación de las concesiones, pues la inmensa mayoría de ellas -incluidas algunas áreas metropolitanas- no serían rentables y no habría empresas dispuestas a cubrir esos recorridos.

Para que los autobuses lleguen a zonas por donde no pasaban las antiguas concesiones -muchas de ellas de los años sesenta- es necesario un cierto dopaje presupuestario. En definitiva, la aportación de fondos de la Administración en lo que se denomina obligaciones de servicio público.

El problema es que los ingresos de dinero público suponen el 70 % del total. En el gráfico que acompaña a esta información puede observarse que en el contrato de transporte de O Carballiño los ingresos por viajes no escolares (los que corresponden a los estudiantes los abona la Xunta) solo suponen el 4,7 % del volumen de negocio.

Además de estas subvenciones, necesarias para garantizar el derecho a la movilidad en las zonas rurales, la Xunta sufraga viajes gratuitos para menores de 21 años con la tarjeta Xente Nova. Para generalizarla durante el próximo año será necesario desembolsar otros cuatro millones de euros. Aunque es una cantidad relevante, se trata de promocionar entre los jóvenes el uso del transporte público, en un contexto global cada vez más comprometido con la descarbonización y la necesidad de crear hábitos de viajes colectivos. Las ventajas en las redes metropolitanas de transporte también se extenderán a toda Galicia, de forma que el billete dependa exclusivamente de la distancia recorrida.

La otra gran partida corresponde al gasto de la Consellería de Educación en autobuses escolares en sentido estricto, pues las líneas compartidas pasaron a ser regulares y son por tanto competencia de Mobilidade. Esto ha supuesto una drástica rebaja en la factura que pagaba este departamento por este concepto. Así, en los presupuestos del año que viene figura una partida de 53,4 millones de euros, nada comparable a los 118,8 millones que Educación abonaba a las empresas de autobuses en el 2015, antes de que echara a andar el nuevo plan de transporte. En realidad, se trata de una cifra muy aproximada a los 127 millones anuales que tendrá que aportar la Xunta cada año, al menos durante el decenio que duran los nuevos contratos concesionales.

20 millones adelantados

A todas estas circunstancias hay que añadir la crisis de las empresas de transporte a causa del descenso de la movilidad por la pandemia. El Consello de la Xunta aprobó ayer el adelanto de 20 millones de euros para compensar a estas compañías por la pérdida de viajeros. Con lo que ya se les entregó a cuenta suman los 28 millones previstos por el Gobierno central para compensar al sector de los autobuses en Galicia.