El kilómetro que León ocupó en Lugo vuelve a ser gallego

Suso Varela Pérez
Suso Varela NAVIA DE SUARNA / LA VOZ

GALICIA

Carlos Castro

Un vecino de Navia logra que se definan los límites con Candín

29 jun 2021 . Actualizado a las 21:53 h.

Los animales, el viento o los idiomas no conocen de fronteras administrativas. En una tierra como la de Os Ancares, son libres desde hace siglos. Pero las propiedades ya es otra cuestión. Que se lo pregunten a Servando Romero, que lleva 22 años luchando por que las Administraciones reconozcan los límites territoriales entre Navia de Suarna (Lugo) y Candín (León) que marcó el Ministerio de Gobernación en 1961 y que ratificó el Instituto Geográfico Nacional (IGN) en el 2017.

Este vecino de Navia conoce desde niño los conflictos vecinales por el uso del monte, pero a él le estalló el problema de primera mano cuando en 1999 fue denunciado y multado con 7.800 euros por la Junta de Castilla y León al considerar que había hecho trabajos silvícolas en parcelas de esta autonomía.

Comenzó ahí su batalla judicial por defender el monte comunal de Robledo y hacer valer los lindes oficiales. Siete años después, la Audiencia Provincial de León le ha dado la razón y la Junta ha tenido que devolverle la sanción con intereses y recargos, al quedar acreditado que estaba trabajando en territorio gallego.

Romero se marchó en el 2009 a Francia para seguir con proyectos de reforestación, pero no se olvidó de seguir reclamando el territorio de Robledo. A raíz de la noticia que publicó en el 2017 La Voz sobre la resolución del IGN de que el Puerto de Ancares pertenecía a Galicia, se puso en contacto con este organismo estatal y le ratificaron los lindes oficiales que también afectaban al monte comunal de su aldea.

Con esa resolución, comenzó a enviar escritos a la Diputación de Lugo para que hiciese valer su territorio ya que desde 1980, cuando se hizo la carretera entre Candín y Balouta y se arregló la de Navia a Robledo, se colocaron las señales que aún hoy delimitan ambas comunidades. Con las coordenadas que estableció el IGN, la provincia de León ocupa 1,5 kilómetros que son de Lugo. «Moitos me preguntan por que reclamo isto, cando o do monte xa está clarificado por sentenza, pero sempre digo que o fago por un capricho. Agora estou xubilado, teño tempo e hai que aplicar a lei», explica Servando. «No Instituto Geográfico Nacional deron orde de que en todas as cartografías se coloque o verdadeiro límite, porque os límites son intocables, igual que mover a Constitución».

No hace falta fijarse en los carteles para darse cuenta dónde se colocó el límite provincial de la carretera. La LU-P-3508 se encuentra en perfecto estado y, de repente, aparece la LE-4211, en absoluto abandono. La Diputación de Lugo debería hacerse cargo de 1.500 metros de una vía destrozada y con escaso tránsito.

Pero Servando destaca que el cambio de la señalización haría visible el verdadero límite entre provincias y ayudaría a poner en valor el monte comunal. Cuando se hizo la cartografía de las hectáreas que engloban la Red Natura 2000 y de la Reserva de la Biosfera de Os Ancares, este monte quedó fuera de la ordenación al considerar entonces que formaba parte de León. «Pedimos subvencións á Xunta para reforestar con frondosas e non nolas poden conceder porque non consta na Rede Natura. Estamos no convenio da Xunta de monte común, formamos parte do coto de caza, pero como non estamos no rexistro catastral non nos poden dar axudas. E así estamos, miles de hectáreas galegas sen protección».

Servando Romero conoce desde hace décadas las diferencias de criterio por el uso de los montes de Robledo y Balouta. Su suegro ya estuvo en los litigios entre los ayuntamientos para definir los lindes y le contó cómo el Ejército colocaba mojones en los montes «e polas noites eran retirados polos que se sentían afectados da parte leonesa».

Los conflictos vienen de lejos. Hubo una fecha clave, el 5 de julio de 1961, con una reunión en el Marco de Xunquiñas, donde se decidiría el linde. Convocaron a las comisiones municipales de Cervantes, Navia, Candín e Ibias (Asturias). Estos últimos no acudieron y los representantes de Candín se levantaron en el debate del primer mojón. El acta la firmaron Navia y Cervantes, además de varios técnicos, basándose en la orden del Ministerio de la Gobernación del 24 de enero de 1961, que marcaba la división. Esta orden salió a la luz en el 2017, cuando La Voz pidió al IGN que aclarase el límite del Puerto de Ancares, ya que desde la Diputación de León se había presentado una queja por un cambio en el mapa cartográfico que dejaba la cima en territorio gallego. «O que marca o IGN é o que manda e o demais son contos», sentencia Servando.