Tráfico prepara un carné para conducir coches eléctricos desde los 16 años

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Estudia implantar el B1, un permiso apto solo para determinados vehículos que no superen los 90 por hora

19 nov 2021 . Actualizado a las 09:48 h.

La edad mínima para disponer del carné B (de turismo) es de 18 años en España. Pero las nuevas formas de movilidad han hecho surgir propuestas para permitir la conducción de automóviles desde los 16 años, aunque solo para coches eléctricos de pequeño tamaño y con potencia limitada que les impida superar los 90 kilómetros por hora. La primera propuesta, lanzada por la consultora especializada Pons Seguridad Vial y por la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive), ha sido muy bien acogida en la Dirección General de Tráfico, hasta el punto de que desde este organismo confirman que la idea se está estudiando. Incluso van un paso más allá más: «Estamos abiertos a implantarlo». La propuesta conllevaría la implantación de un nuevo permiso de conducción, el B1, que permitiría el acceso escalonado a la movilidad eléctrica a los jóvenes desde los 16 años.

¿Qué es el B1? Es una categoría de permiso de conducción que ya está contemplado en una directiva europea, la 2006/126/CE, que clasifica los permisos de conducción. Este carné permite conducir los vehículos que aparecen definidos en el artículo 1.3.b de otra directiva europea, la 2002/24/CE, que se refiere a los llamados cuatriciclos pesados, cuya masa en vacío sea inferior o igual a 400 kilos y con un motor cuya potencia máxima sea inferior o igual a 15 kW. La edad mínima establecida para obtener el permiso B1 es de 16 años.

Misma formación que para el B

En lo relativo a la formación necesaria para su obtención, la directiva europea no distingue entre la teórica del B (turismos) y del nuevo B1, y deja al criterio de cada país el contenido del examen. Pons Seguridad Vial y Aedive creen que la formación y el examen teóricos para el B1 deberían ser los mismos que para obtener el carné B, aunque en el práctico hubiese pruebas diferenciadas dado que los requisitos técnicos de los vehículos son diferentes. Ambas organizaciones explican que su propuesta tiene como objetivo incorporar a la normativa española estándares europeos en materia de acceso a la movilidad, y aseguran que el permiso de conducir B1 ya ha sido adoptado y probado en Portugal, Italia, Francia y el Reino Unido. Según las estimaciones de Pons Seguridad Vial y Aedive, este nuevo permiso daría cada año la posibilidad de un primer acceso a la movilidad eléctrica a cerca de un millón de jóvenes de 16 y 17 años.

Desde Pons Seguridad Vial se considera que la implantación del carné B1 contribuiría a aumentar la seguridad en los desplazamientos, puesto que este permiso facilitaría «un acceso racional y escalonado a la conducción de automóviles, y una alternativa de movilidad más segura a los medios de transporte tradicionales». Otra de las ventajas que cita esta consultora es que el cuatriciclo L7 para el que autoriza el B1 comparte elementos de seguridad con los vehículos de categoría M, que son los turismos convencionales y, entre otras cosas, disponen de estructuras de protección en caso de vuelco.

Desde el aspecto medioambiental, Pons recuerda que la mayoría de los cuatriciclos pesados son eléctricos, por lo que cumplen los estándares de emisiones, y la implantación del permiso B1 sería la mejor alternativa para cumplir los objetivos del Acuerdo de París con el objetivo de mitigar el cambio climático.

Un tipo de permiso y de vehículo enfocados hacia la nueva movilidad urbana

Ramón Ledesma, asesor de Pons Seguridad Vial y que fue subdirector de Tráfico en la primera etapa de Pere Navarro al frente de la DGT, recuerda que «las directivas europeas dibujan una tipología de vehículos y permisos de conducción para el ámbito urbano que, como ya han hecho otros países, cada vez tiene más sentido implementar». Se refiere al B1, «que habilita la conducción de vehículos de reducido tamaño, eléctricos, que precisan de escasa energía para moverse y con una velocidad limitada a 90 kilómetros por hora». Ledesma añade que aunque lo ideal es que el movimiento urbano se desarrolle en transporte público y bicicleta, «lo cierto es que si hay que utilizar vehículos privados, estos deben ser responsables y sostenibles. La introducción del permiso B1, limitado a estos vehículos, generará un cambio cultural en el uso urbano del vehículo, más razonable y adaptado a los nuevos tiempos».

Para el director general de Aedive, Arturo Pérez de Lucía, el permiso B1 ofrecería ventajas para la movilidad eléctrica «en cuanto a la concienciación por llegar a un público joven que mañana formará parte del tráfico y podrá superar las barreras del desconocimiento actuales sobre el coche eléctrico, haciendo un público sensibilizado con una conducción eficiente y segura». Añade que el B1 permitiría «modelos de negocio basados en la movilidad eléctrica compartida que ofrezcan vehículos más seguros y confortables a un público joven que actualmente solo puede acceder al carné de motos A1».