Galicia busca ser la primera autonomía con un centro de protonterapia público

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Se ubicará en Santiago y atenderá a unos 300 pacientes con cáncer al año

30 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace poco más de un mes, la Fundación Amancio Ortega y el Gobierno central llegaron a un acuerdo para crear diez centros de protonterapia en España. La fundación financiará con 280 millones la adquisición de los equipos, uno de ellos en Galicia. La única pista que dio en aquel momento el Ejecutivo de Pedro Sánchez es que este estaría en la provincia de A Coruña, en una ciudad con servicio de radioterapia, lo que dejaba dos posibles opciones: Santiago y A Coruña. La Consellería de Sanidade ya ha remitido al Ministerio su propuesta, muy avanzada, y la ubicación será la capital gallega, en concreto el CHUS, en el entorno del hospital Gil Casares.

Galicia lleva un año trabajando en un proyecto de protonterapia para abordar algunos tipos de cáncer. De hecho, ya se planteó en el 2013, por lo que la Xunta busca que la comunidad sea la primera de España en poner en marcha este centro público. De momento solo dos hospitales privados, Quirón y Clínica Universidad de Navarra, cuentan con esta tecnología, ambos en Madrid.

Conseguir el primer equipo es uno de los motivos por los que la Consellería ha elegido Santiago para ubicar esta infraestructura. Y es que los terrenos elegidos pertenecen a la Xunta, el CHUS cuenta con servicio de radioterapia, y además hay un acceso independiente del resto del hospital —necesario por el complicado proceso de construcción—. Con estas condiciones, Sanidade espera que el Ministerio dé el visto bueno a su solicitud, con el objetivo de empezar las obras cuando se adjudiquen los equipos, en mayo o junio del 2022.

¿Qué es y a quién beneficia?

La complejidad del ciclotrón, el equipo que realiza la terapia de protones, hace que las empresas adjudicatarias no los instalen simultáneamente. El compromiso es que, tras la concesión, el primero llegue en un año, mayo del 2023, y los siguientes se vayan incorporando cada seis meses. Es decir, en este caso conseguir el primer equipo supone implantar mucho antes esta terapia en la comunidad gallega.

La protonterapia es una terapia externa, como la radioterapia, pero con una diferencia significativa. Mientras esta última, realizada con aceleradores lineales de fotones, va dejando una pequeña radiación en los tejidos sanos a medida que llega al tumor, en el caso de los protones el haz irradia exactamente en donde están las células cancerígenas, sin dañar las células sanas. En la práctica, los principales beneficiarios serán los niños, ya que este tipo de terapia está especialmente indicada para los tumores pediátricos. ¿Por qué? Porque a diferencia de un adulto un niño puede desarrollar un tumor inducido por la radioterapia.

Una infraestructura de estas características no es fácil de llevar a cabo. Si todos los plazos se cumplen y Galicia recibe el primero de los equipos podría empezar a tratar pacientes en mayo del 2024. El Gobierno licitará los equipos en mayo del 2022 y la empresa tarda un año en instalar el ciclotrón. Pero a partir de ahí se necesitan otros doce meses para ajustar la tecnología y poder aplicarla a pacientes. Esta precisión obliga también a tener un equipo de profesionales. La Consellería de Sanidade calcula que el centro necesitará una veintena de trabajadores propios, de los que en torno a cuatro o cinco serán especialistas en oncología radioterápica; seis en radiofísica; y uno o dos anestesistas, ya que al tratar fundamentalmente a niños se necesita sedarlos.

El centro de protonterapia de Galicia será, como su nombre indica, gallego, para dar cobertura no solo a la población de la comunidad sino también a los pacientes de otras autonomías que así lo requieran. En concreto se prevé que se puedan beneficiar los del entorno de Zamora. Según los primeros cálculos de la Xunta, cuando empiece a funcionar el ciclotrón podrá tratar a un máximo de 300 pacientes al año. Ahora son muchos menos los enfermos gallegos que reciben esta terapia —van a Madrid o a centros del extranjero— pero la dotación de diez nuevos equipos en toda España hace pensar que se ampliarán las indicaciones de este tratamiento. Eso sí, siempre se aplicará en los casos en los que la protonterapia suponga un beneficio significativo respecto a la radioterapia convencional.

El ciclotrón, un equipo de cien toneladas protegido por un armazón de hormigón

La Xunta confía en construir en un año el edificio que albergará el ciclotrón, con un presupuesto superior a los siete millones. Son dos mil metros cuadrados de superficie, con capacidad de ampliación, y toda la instalación se construye en base al equipo. Y es que el ciclotrón puede llegar a las cien toneladas y necesita estar en una sala de doce metros de altura totalmente protegida por hormigón. De hecho, este material, en vertical, equivaldría a un edificio de quince plantas. Además, la estructura debe estar sellada, por lo que es necesario que el hormigón se aplique de forma continua hasta terminar. En el centro que la Clínica Universidad de Navarra tiene en Madrid fue necesario que 150 hormigoneras trabajasen sin descanso. De ahí la importancia de que los viales de comunicación sean independientes del hospital.

La Xunta asume el coste del edificio, del personal y del mantenimiento, mientras que la Fundación Amancio Ortega financia el equipo, 28 millones de euros.

Que sea un centro gallego y deba contar con todas estas peculiaridades no quiere decir que el equipo de protonterapia y los especialistas que se encarguen de su manejo vayan a trabajar ajenos al hospital. Al contrario, es importante que esté en el entorno para trasladar a los pacientes sin necesidad de ambulancia y para que los profesionales puedan trabajar en equipo. El funcionamiento del centro de protonterapia será integrado con el resto de servicios de radioterapia de Galicia —de las siete ciudades solo Ferrol y Pontevedra no tienen—. De hecho, en la Cidade da Cultura hay un servidor común que recoge los datos de todos los aceleradores lineales de Galicia.

El objetivo es que también se incluyan los del ciclotrón, lo que permitirá a los especialistas comprobar con qué tratamiento tendría más beneficio su paciente. Este servidor central permite, con los datos del enfermo, comprobar cuál sería el resultado con el acelerador, y en el futuro se podrá también simular con la terapia de protones.