Este relevo le sirve también para asentarse en la presidencia nacional, a la que llegó como referente de estabilidad frente a las divergencias internas. Por eso celebró que se haya resuelto sin conflicto, y agradeció a los presidentes provinciales Diego Calvo (A Coruña), Elena Candia (Lugo) y José Manuel Baltar (Ourense) que hayan facilitado la transición. Otro tanto reconoció a Alfonso Rueda, que podría haber rechazado coger el timón y haber forzado un congreso de meses. Eso, subrayó, no es lo que Galicia quería ni necesitaba.
x. gago
Alberto Núñez Feijoo dijo que no era día de nostalgia. Pero ni él ni Alfonso Rueda pudieron evitar hablar del día en el que se conocieron. Feijoo buscaba un secretario xeral para el PPdeG y el exconselleiro Xesús Palmou, que había ostentado también ese puesto, le recomendó a Rueda. Se entrevistaron en un hotel el 2006. Feijoo se encontró con «un tío al que no conocía». Estaba en la oposición después de la pérdida del poder por Manuel Fraga y ofreció a Rueda ser su número dos, un puesto en el que iba a perder dinero con respecto a su trabajo de funcionario (era secretario municipal). Que aceptase fue la prueba de que Rueda no se arruga ante «lo más difícil», dijo Feijoo.
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