Así actuaban los mayores ladrones en Europa de bancos con explosivos que se escondían en Ribadeo

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO VIGO / LA VOZ

GALICIA

Óscar Cela

Robaron tres oficinas en pequeñas poblaciones de Lugo y A Coruña, acumulando un botín de 1,5 millones en siete robos en España

09 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Toral de los Vados, en León, fue su primer objetivo. El explosivo colocado en diciembre del 2020 en una oficina bancaria implicó su tarjeta de presentación en España. Ya en Lugo, en mayo del 2021, repitieron en A Pastoriza. Colunga, en Asturias, al mes siguiente, implicó el tercer cajero explosionado. Ya en agosto, en Villamayor, también en Asturias, reventaron otra sucursal. El mismo mes fueron a por su quinto objetivo, en Oza, A Coruña; nueva detonación y otro botín en metálico. También en agosto del año pasado, pero en Lugo, rompieron la paz de Castro Riberas de Lea con la explosión en su sexta oficina bancaria.

El último robo se cometió en octubre, también del 2021. Hicieron acto de presencia en San Claudio, Asturias, para colocar la séptima carga explosiva en un banco. Ya no salieron del pueblo, la Guardia Civil les seguía los pasos de cerca y fueron arrestados, poniendo fin a las andanzas de la mayor banda de Europa especializada en robos con explosivos de cajeros automáticos. Proceden de Rumanía pero se movían por el Viejo Continente con absoluta impunidad. Lo evidencian los robos cometidos en bancos de 15 países y un botín total de 1,5 millones de euros.

El noroeste de España fue el patio de trabajo elegido en el país, y Ribadeo su base de operaciones. Se escondían en un piso del que apenas salían para no llamar la atención. Eligieron la villa lucense por su ubicación, pegada a Asturias, y su red de carreteras de alta capacidad. Los seguimientos evidencian un análisis previo y detallado de los objetivos. En un día recorrían 1.000 kilómetros para estudiar los pros y contras de una veintena de cajeros instalados en bancos. Siempre en poblaciones pequeñas, tranquilas y con escasa vigilancia policial. También cerca de carreteras próximas a autovías y autopistas para desaparecer en minutos.

Colaboración internacional

El Equipo contra el Crimen Organizado (ECO) en Galicia de la Guardia Civil coordinó la investigación junto a las policías de Bélgica, Rumanía y Europol. Desmantelaron una organización estructurada para dotar de alojamientos, documentación falsa y vehículos a sus células itinerantes. Los coches usados se robaban siempre, preferentemente en lugares próximos a los cajeros señalados como objetivos. Incluso usaban un artefacto capaz de abrir coches usando frecuencias sin necesidad de llave o de causar daños. Uno de los coches utilizados fue abandonado a pocos metros del viaducto de la A-6 que sufrió un derrumbe el mes pasado.

La colaboración de las policías judiciales de Lugo, A Coruña, Oviedo, Gijón y León con el ECO Galicia resultó fundamental. Seguimientos y el intercambio de información permitieron identificar a la célula asentada en Ribadeo. Se sabe que la organización, en Europa, contaba con un proveedor estable de explosivos, y que su modus operandi era siempre el mismo. Una vez detectado, comenzó la cuenta atrás para esta peligrosa banda. Uno de sus integrantes pasó 20 años en prisión, y otro, al ser detenido en San Claudio, se resistió y golpeó con la peor intención a uno de los agentes, que resultó herido.

La investigación se bautizó Berthelot y se salda con la total desarticulación de esta organización criminal transnacional. Además de los robos en siete bancos de España, se han esclarecido 18 delitos relacionados con la sustracción de vehículos y otros robos con fuerza en empresas, cometidos de manera simultánea.