Fomento inicia el derribo del vano que quedó aislado en la A-6 y anticipa una obra que durará años

André Siso Zapata
ANDRÉ S. ZAPATA LUGO / LA VOZ

GALICIA

ANDRÉ SISO

El Ministerio da un plazo máximo de tres días para que la dovela caiga por su propio peso. La jefa de la Unidad de Carreteras de Lugo afirmó que lo más probable es que los dos tramos siguientes también sean demolidos en el futuro

17 ago 2022 . Actualizado a las 18:53 h.

La demolición del tramo que quedó aislado en el viaducto de la A-6 en Pedrafita do Cebreiro ya está en marcha. En la mañana del miércoles, con las grúas ya montadas, comenzaron los trabajos de corte y desmontaje. El Ministerio de Transportes inicia así una compleja operación en el viaducto de O Castro, después de los colapsos de dos tramos de la estructura a principios de junio, que obligaron a cortar uno de los principales accesos a Galicia. 

El sonido del pequeño «róver» que se encargará de los trabajos, picando la losa de la dovela, alertó a los presentes de que, a las 10.30 horas, la obra daba comienzo de manera oficial. Este dispositivo parece una mezcla entre un insecto robótico, con cuatro patas y una cabeza alargada, y uno de los vehículos que usa la NASA para estudiar la superficie de Marte. Propiedad de la empresa Demoliciones Coruña, tiene como función picar la losa de la capa más superficial del vano, con el objetivo de debilitarlo poco a poco hasta que caiga por su propio peso. Este derrumbe podría producirse en cualquier momento. Eso sí, según los cálculos del Ministerio de Fomento, será, como muy tarde, el viernes.

Tres días como máximo

Beatriz González, jefa de la Unidad de Carreteras de Lugo, afirmó ante los medios que el plazo máximo para que caiga el vano es de tres días.
Beatriz González, jefa de la Unidad de Carreteras de Lugo, afirmó ante los medios que el plazo máximo para que caiga el vano es de tres días. AINHOA GARCIA

Así lo confirmó Beatriz González, jefa de la Unidad de Carreteras de Lugo, que, en su intervención ante los medios de comunicación, dio como plazo máximo para que la dovela cediese esos tres días que durará el trabajo del «róver», que está conectado a una gran grúa mediante un cable y está pilotado por dos operarios que se sitúan en la cesta de otra grúa, a unos 100 metros, de manera remota.

Ese ruido atronador, unas luces blancas parpadeantes y los escombros que caían poco a poco desde lo que queda del tramo del viaducto de O Castro fueron el pistoletazo de salida de una fase de la obra que durará tres días, pero que anticipa una faena que podría durar años hasta que el tráfico se pueda restablecer en ambos sentidos por la A-6.

A pesar de que el Ministerio de Fomento, máximo responsable de la obra, evitaba este martes hablar de un «derribo» del vano y usaba la palabra «desmontaje», los representantes políticos que acudieron este miércoles a presentar el inicio de los trabajos utilizaron este lenguaje sin reservas. Y es que el plan es tan simple como desgastar la estructura del vano hasta que no resista más y caiga por su propio peso. 

Según los cálculos del Ministerio de Fomento, esta fase de la obra podría no ser más que el inicio de un trabajo que se extenderá mucho más tiempo. En cuanto caiga la dovela, según confirmó Beatriz González, será momento de analizar la situación del terreno y de buscar las causas de los derrumbes acontecidos el pasado mes de junio. No existe un plan de actuación marcado, sino que el Gobierno pretende actuar fase por fase, trazando una línea de actuación solamente cuando se complete cada tarea. Por eso, todavía no se sabe siquiera si este vano será el último en caer.

Los dos vanos siguientes de la autovía están prácticamente condenados a caer

La jefa de la Unidad de Carreteras de Lugo afirmó ante los medios este miércoles que lo más seguro es que los dos vanos siguientes del viaducto, en dirección ascendente hacia A Coruña, también hayan sufrido unos daños irreversibles que provocarán que sean también derribados en un futuro. Todavía es pronto para asegurarlo, pero el tono de la responsable de Fomento en Lugo parecía inclinarse más por el pesimismo que por la posibilidad de salvar estas estructuras. «Estos tres vanos están indudablemente sacrificados. Los anexos... Pues, posiblemente, también, pero no podemos asegurar nada hasta que tengamos los datos completos», añadió González.

Tras valorar esta opción, será, por fin, la hora de comenzar unos supuestos trabajos de construcción de un nuevo viaducto. Por el momento, ese punto parece muy lejano, y la frontera entre Galicia y Castilla y León podría permanecer sin tráfico en los dos viaductos originales durante años. 

Esta operación se realiza teniendo en cuenta tres cuestiones primordiales, según comunicaron desde el Ministerio de Fomento: asegurar la zona y garantizar la seguridad de los trabajadores, buscar las causas del derrumbe, y poder reabrir el tráfico.

«Está previsto que los trabajos duren dos o, a lo sumo, tres días. No sabemos el momento concreto en el que caerá ese vano. Podría ser hoy, mañana o pasado. En el momento en el que la sección se debilite, caerá. Una vez que esté en el suelo, habrá que investigar y retirar los residuos», explicaba la ingeniera. Personalmente, descartó el corrimiento de tierras como causa probable de los derrumbes, y citó al grupo multidisciplinar de expertos que están estudiando el caso como los especialistas que darán con la explicación final en un momento indeterminado.

Para retirar el vano en el que se trabaja estos días, González aseguró que «esta es la forma más segura que hemos encontrado, porque hay demasiado riesgo como para poner a algún operario más cerca de la dovela». En caso de que los dos vanos siguientes también deban ser sacrificados, la ingeniera afirma que se valorarían de nuevo todas las opciones. En resumen: «Antes de cada paso, haremos una labor de planificación desde cero y actuaremos en función de los datos que tengamos. Son trabajos encadenados», concluyó. 

«El Gobierno está poniendo en marcha las soluciones más seguras y viables»

Varios representantes políticos se desplazaron este miércoles hasta la carretera secundaria que discurre al otro lado del valle sobre el que se erige lo que queda del viaducto de O Castro. La subdelegada del Gobierno en Lugo, Isabel Rodríguez, aseguró que el Ministerio de Transportes promovió la puesta en marcha de este trabajo para avanzar «en la recuperación del tráfico» en la vía, algo en lo que «no se ha dejado de trabajar ni un solo momento».

Rodríguez visitó las obras junto con el subdelegado en León, Faustino Sánchez; el alcalde de Pedrafita, José Luis Raposo; y la jefa de la Unidad de Carreteras de Lugo, Beatriz González.

Durante la visita, la subdelegada recalcó que «lo primero es la seguridad» y que, desde el primer momento del incidente, «el Gobierno está poniendo en marcha las soluciones más seguras y viables, con rigor y con transparencia, de la mano de todas las administraciones y los sectores implicados».

Incidió también en que el Gobierno está avanzando en la investigación para esclarecer las causas y reparar el viaducto de O Castro por completo, mientras, en paralelo, está dando los pasos para dar «la mayor fluidez posible» al tráfico. En ese sentido, recordó que el Ministerio continúa trabajando para que un nuevo desvío esté operativo en otoño y permita agilizar más el tránsito con el paso de vehículos especiales.

El nuevo desvío que se activará en otoño usará el baipás del túnel de Pedrafita

Otro equipo de operarios ya trabaja en el baipás de la A-6, a la salida del túnel de Pedrafita en dirección Madrid, para adaptarlo a la apertura del nuevo desvío, planificado para este otoño.
Otro equipo de operarios ya trabaja en el baipás de la A-6, a la salida del túnel de Pedrafita en dirección Madrid, para adaptarlo a la apertura del nuevo desvío, planificado para este otoño. AINHOA GARCIA

El 20 de julio, el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, presentó el plan del que este miércoles presumía Isabel Rodríguez. El nuevo desvío, que pretende evitar el paso de los vehículos por el núcleo local de Pedrafita cuando viajen en sentido Madrid, todavía está siendo diseñado, pero este miércoles se confirmó que utilizará el baipás que hay a la salida del túnel de Pedrafita para circular por la autovía en ese tramo. Estos días, un grupo de operarios, al volante de camiones, tractores y palas, ya trabajan en la limpieza y acondicionamiento de esa zona de la A-6, con el objetivo de ponerla a punto para el otoño. 

Dio más detalles sobre el futuro desvío la ingeniera encargada de la obra. Beatriz González explicó que «consistirá en utilizar uno de los ramales del enlace de Pedrafita para evitar que el tráfico en sentido Madrid pase por el pueblo. Irán por el túnel y luego subirán por un ramal en sentido contrario y ya se incorporarán a la nacional». En cuanto a los transportes especiales, resumió que utilizarán la misma técnica durante la noche, pero en sentido contrario para quienes vengan de León. 

Esa es una de las ventajas que tendrá la nueva ruta. Hasta ahora, los vehículos que quieran entrar en Galicia con mercancías de gran tamaño o peso debían desviarse en Benavente (León) y coger la AP-53 para acceder a la Comunidad Autónoma. El Gobierno, eso sí, les ha facilitado estas últimas semanas circular por estas autopistas de pago sin tener que abonar los peajes, como ocurre también en la AP-9. 

El alcalde de Pedrafita restó importancia a los atascos

El subdelegado del Gobierno en León, Faustino Sánchez, quiso destacar también la labor de «ingeniería forense» que se llevará a cabo en O Castro, con el objetivo de «reconstruir lo que pudo ocurrir para recuperar la autovía de una forma segura». Además, añadió que el Gobierno «informó de la situación desde el primer momento» y que «los derrumbes se produjeron cuando ya estaba cerrada la circulación en ese viaducto, lo que hizo que no hubiese que lamentar daños personales». Una vez que las pilastras y los escombros se hayan retirado, los trabajos de recuperación de la vía se acelerarán, según concluyó Sánchez. 

Más incisivo estuvo, como de costumbre, Luis Raposo, el alcalde de Pedrafita. En una breve intervención ante los medios, el regidor valoró el efecto que ha tenido durante estos meses la gran densidad de tráfico en su localidad, especialmente durante el puente de agosto, en donde colas de hasta una hora colapsaron la salida de la A-6 en Pedrafita. «A unha parte do municipio aféctalle de forma negativa e a outra, positiva. Os comercios e os negocios están funcionando como nunca debido ao enorme tránsito de visitantes, pero a quen vén a Pedrafita ao médico ou por outras necesidades si que lle complica a entrada á localidade. Estes meses estivo funcionando con normalidade, pero estes últimos días si que houbo algún atranco debido aos atascos».