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Acaba de ganar un open en Portugal y dice que se ha pasado media vida practicando. Si cierra los ojos, ve perfectamente la diana.
04 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Un buen amigo me sugiere a Enrique Mora (A Coruña, 1999) para esta entrevista: un fenómeno de los dardos que acaba de ganar un campeonato. Y me cito con él en una cafetería de Culleredo para hablar de dianas y cosas por el estilo. Al final, resulta que Enrique de verdad es un fenómeno, pero no solo de los dardos.
—Explíqueme un poco ese campeonato de dardos que ha ganado.
—Es como un europeo. Un Open muy reconocido donde participan jugadores de muchos países: Estados Unidos, Croacia, Alemania, Francia, Inglaterra... Hay que clasificarse previamente, se disputa en Portugal y lo organiza un colectivo que se llama Bilhar Sul.
—¿Cuántos competían?
—En mi nivel, más de doscientos.
—¿Se podría decir que es usted el mejor jugador de Galicia?
—Mmmm... No. Eso es decir mucho. Es que en Galicia tenemos muy buenos jugadores. El problema es que estamos apartados del mundo.
—¿Qué quiere decir?
—Si estás en Madrid llegas en cuatro o cinco horas de coche a jugar cualquier campeonato que haya en España. Si quiero ir yo, son muchas más. El problema es que lo tenemos que pagar todo nosotros. En Madrid o Andalucía tienen más patrocinadores.
—Y en este campeonato, ¿qué ha ganado, solo la satisfacción?
—Una beca también. De 300 euros. Me cubrió el viaje, así que, dentro de lo que cabe, estuvo bien. También quedé tercero por parejas, así que me cundió.
—Por lo que veo esto es, sobre todo, afición.
—Afición, dinero y clasificarse para otros viajes.
—Al menos, en esto se puede tener una carrera muy larga.
—Desde luego. A esto te puedes dedicar toda la vida, aunque cuanto más joven, mejor se juega. Lo normal es que los jugadores con 50 o 60 ya empiezan a jubilarse todos.
—Con 60 ya pueden pensar en jubilarse de cualquier cosa.
—Ya, lo que quiero decir es que no se tira igual. Piense que nosotros tiramos hasta 14 horas seguidas. En la final del otro día estuve desde la una del mediodía hasta casi las doce de la noche. Sin parar para comer.
—Ya veo, tiene su exigencia física.
—Sobre todo mental. Hay que dominar el estrés y tener una buena estrategia. Hay bastante que pensar. Si no estás centrado, no metes un dardo.
—Esto de los dardos, igual también sirve para ganarse una cervecita por ahí.
—Ya lo creo. A mí me gusta jugarme las cervezas, ja, ja
—Pero bueno, con usted ya no se las jugarán.
—Solo el que tira igual que yo.
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—También hay campeonatos a los que no hay que ir, que se juegan «online».
—Sí, claro. Pero para mí son menos relevantes. Se gana menos dinero.
—Pero no hay que pagar el viaje.
—Pero hay que echar monedas a la máquina. Si se juega presencial, es a máquina abierta. Yo he jugado campeonatos en los que, de echar tantas monedas, solo te llevas un 15 % del premio.
—Lleva jugando a esto muchos años.
—Más de media vida. También jugué con mi padre, con el que fui campeón por parejas.
—Entrenará un montón.
—Todo el tiempo que tengo libre. No me aburro, cada día me gusta más. Durante el confinamiento no hacía otra cosa, tiraba seis y siete horas cada día.
—Cierra los ojos y ve la diana.
—Si quiere se la recito de arriba a abajo, ja, ja.
—¿Qué edad tenía cuando empezó a tirar?
—8 ó 9 años.
—No trabaja, ¿no?
—Los veranos y algún extra por ahí. Para pagarme los dardos. Estoy estudiando un ciclo superior de Desarrollo de proyectos de instalaciones térmicas y de fluidos.
—Y en esto de los dardos, ¿cuál es su aspiración?
—Quiero ser campeón de España y campeón del mundo.
—¿Y se ve capaz?
—Por no intentarlo no va a ser.
—¿Qué es más difícil, un triple 20 o una diana?
—Triple 20. Sin duda.
—Tendrá un buen pulso.
—Sí. La mejor forma para mantenerlo es entrenar miles de horas... y estirar el brazo, como en baloncesto.
—¿Celta o Dépor?
—Dépor, a morir.
—El rato que no tira, ¿qué le gusta hacer?
—Tomar unas cervezas y ver mucho cine. Soy muy cinéfilo.
—Defínase en pocas palabras.
—Yo soy vacilón, cariñoso, perseverante y competitivo.
—¿Tiene novia?
—Sí.
—¿Y no le pide que deje un ratito los dardos?
—El fin de semana la llevé por primera vez al campeonato. Me dijo que le había gustado. A ver cuánto dura.
—Imagine que le nombran presidente de España ¿qué sería lo primero que haría?
—Tomar una copa. Para celebrarlo.
—Buena idea. ¿Cual es su mejor momento del día?
—La siesta, ja, ja.
—Dígame algo que le resulte repugnante.
—Ver a alguien comer con la boca abierta.
—¿Cocina algo?
—Hamburguesa, perritos calientes, tortilla francesa y poco más. No es lo mío.
—Una canción.
—Your mind de Carl Cox.
—¿Qué es lo más importante en la vida?
—La familia y la salud.