Aparece dentro de un coche en un aeropuerto de Bruselas el cadáver de un vecino de Sarria de 55 años

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

GALICIA

José Ramón Arias Trigo llevaba más de un año viviendo en Bélgica, en donde había encontrado trabajo
José Ramón Arias Trigo llevaba más de un año viviendo en Bélgica, en donde había encontrado trabajo

Se cree que José Ramón Arias Trigo llevaba cuatro meses muerto. Su hermano viajará próximamente hasta el país para lograr la repatriación, que podría costar 9.000 euros

17 jun 2023 . Actualizado a las 11:39 h.

En un aeropuerto de Bruselas, dentro de un coche aparcado, apareció el jueves 15 de junio el cadáver de José Ramón Arias Trigo, natural de Sarria y de 55 años de edad. La familia (hay dos hermanos residentes en la localidad lucense) recibió del Consulado General de España en Bruselas una llamada con la fatídica noticia.

Entonces, Ignacio Arias, hermano del fallecido, empezó a hacer gestiones de inmediato para tener más información y para poder trasladar el cadáver desde la capital de Bélgica a Sarria para enterrarlo. Ahora prevé desplazarse en cuanto pueda, «lo que quiero es traer a mi hermano de vuelta», dijo este sábado.

El impedimento que tiene para marchar es su trabajo. José Ramón Arias trabaja de representante, y suele desplazarse por bastantes zonas de Galicia. De todos modos, confía en tener un acuerdo con la empresa y marchar lo antes posible.

Por ahora, como ha explicado, no tiene más noticias que las recibidas por medio del Consulado General de Bélgica. Una de sus inquietudes es averiguar si la muerte ocurrió de modo natural o por otras causas, así como saber el momento exacto del fallecimiento. «Quiero saber qué pasó», afirmó. Desde enero no tenía noticias de su hermano.

Tras haber contactado el viernes con esa oficina de Bruselas, ha explicado que no tiene más datos sobre la muerte de su hermano que el propio fallecimiento. Sabe que apareció dentro de un coche, pero ignora si estaba en un asiento o en el maletero y si su fallecimiento se produjo por causas naturales. Lo que sí le comentaron en una conversación telefónica es que la muerte debió de ocurrir hace algo más de cuatro meses, a finales del mes de enero de este año. «No me dijeron nada más», ha asegurado.

Falta de información

La razón de esa falta de información está, según ha comentado Ignacio Arias, en que la policía le ha explicado que mientras no se traslade a Bruselas algún familiar del fallecido, no aportará más datos.

El hermano del muerto no duda en trasladarse a la capital belga, pero se encuentra con varios contratiempos. El primero es que duda de las gestiones que podría hacer allí durante este fin de semana y necesita además tratar el asunto con responsables de la empresa en la que trabaja. Si no hay cambios, su intención es coger un avión a principios de la próxima semana.

El segundo contratiempo tiene que ver con el idioma. Dice que habla un poco de inglés, pero no francés, lo que le causaría problemas al dialogar con responsables de organismos belgas. Ese inconveniente, de todos modos, ha quedado suavizado, ya que en el Consulado General de España en Bruselas se le ha informado de que lo acompañarían para hacer las gestiones necesarias.

El tercer escollo es de índole económica. Tras contactar con una funeraria sarriana, en la que le comentaron que no podían decirle una cifra exacta, calcula que el coste del traslado estaría en torno a los 9.000 euros.

José Ramón Arias Trigo, fallecido en Bruselas y natural de Sarria
José Ramón Arias Trigo, fallecido en Bruselas y natural de Sarria

Ignacio Arias se reunió el viernes con el alcalde sarriano, Claudio Garrido. En ese encuentro, se tomó la decisión de contactar con el Ministerio de Asuntos Exteriores para que se implique en los trámites. Arias agradece ese gesto, pues asume que ese coste sobrepasaría sus capacidades económicas. Eso sí, de la reunión salió con la noticia de que el proceso será largo y que los trámites llevarán un tiempo. 

Más de un año en Bélgica

José Ramón Arias Trigo llevaba algo más de un año en Bélgica, trabajando en una empresa que instala alarmas. «Consiguió el trabajo por internet», ha explicado este viernes el hermano suyo que vive en Sarria. Divorciado y padre de dos hijos, su contacto con su villa natal no se había perdido, puesto que pasó con su hermano la última Navidad. En enero habló por teléfono con su hermano, y unos días después contactó con su cuñada por WhatsApp. El deseo de Ignacio Arias es darle sepultura en el cementerio de la localidad. «Quiero enterrarlo en la sepultura donde estaba mi padre», ha afirmado.