Los abogados de las víctimas de Angrois asumen el peso de la acusación tras el cambio de postura del fiscal

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Abogados de las acusaciones en la sala de vistas del juicio del Alvia
Abogados de las acusaciones en la sala de vistas del juicio del Alvia Sandra Alonso

Noventa partes sostienen los cargos contra Cortabitarte y se ven obligadas a contrarrestar la nueva posición de la Fiscalía

23 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

No es lo mismo acusar con el apoyo del fiscal que hacerlo sin él. Tras la decisión del representante del ministerio público en el juicio del Alvia de retirar su acusación contra Andrés Cortabitarte, el exdirector de Seguridad en la Circulación del ADIF, y mantenerla solo contra el maquinista, las dos acusaciones populares —la de la Plataforma de víctimas y la de la asociación Apafas— y unas noventa particulares que mantienen su petición de condena para los dos imputados se ven obligadas ahora a llevar el peso de la acusación y, en cierta medida, reinventarse. Antes su posición era más cómoda, pues podían delegar en cierta medida la artillería acusatoria en la experiencia del fiscal Mario Piñeiro, y de hecho algunas partes se adhirieron automáticamente a la acusación de la Fiscalía cuando estaba a punto de finalizar la fase de instrucción. Tan solo dos acusaciones siguieron el rumbo del fiscal y dejaron de acusar a Cortabitarte.

Ayer, en el juicio, con el inicio de las intervenciones de los abogados de las acusaciones particulares, y el día anterior con los informes finales de las populares, pudo comprobarse el efecto en la estrategia de los letrados del giro del fiscal, que reconoció que fue una decisión difícil y que las dudas que tenía respecto a la acusación contra Cortabitarte se saldaron finalmente a favor del excargo del ADIF. Todo este contexto estará presente en las intervenciones que se esperan para las próximas semanas en la sala de vistas habilitada en la Ciudad de la Cultura, en Santiago.

La causa

La llamada es solo el detonante mediato. El abogado Francisco José Losada, que representa en el juicio a un grupo de víctimas que forman parte de Apafas, fue el encargado ayer de abrir el turno de las acusaciones particulares, demostrando que la retirada de la acusación por parte de la Fiscalía les obligó a cambiar el guion en la exposición de su informe final sobre la prueba practicada durante los nueve meses de juicio. Antes iba a ser un relato sobre los hechos y pruebas que sustentan la acusación, tal vez contradiciendo aspectos de la defensa del maquinista y de Cortabitarte, así como de la Abogacía del Estado, y ahora las intervenciones siguen la huella del informe final del fiscal, que se centró en la llamada del interventor como causa principal del accidente, que provocó 80 muertos el 24 de julio del 2013.

En un ejercicio que casi parece de Filosofía del Derecho, Francisco José Losada, en cambio, considera que la llamada no es la única causa del descarrilamiento, sino la «causa mediata». «El asunto fundamental es que los trenes circulaban sin protección alguna por la curva. Ese día fue una llamada, pero cualquier otro día podría haber sido otra cosa», dijo. «La causa eficiente no es la llamada, sino las medidas de seguridad que se desatendieron en el único punto peligroso de la línea», añadió.

El auto de la audiencia

Las directrices de la acusación ya estaban allí. Losada, en interpelación casi directa con el fiscal —que se sienta a su lado en el juicio—, cree que buena parte de la línea acusatoria contra el ADIF está en un auto de la Audiencia Provincial de A Coruña, cuando denegó el cierre de la instrucción en mayo del 2016 y abrió la puerta a la imputación de Cortabitarte, al constatar tras los informes periciales la altísima probabilidad de que ocurriera un accidente en Angrois. Una alta posibilidad de ocurrencia que, si se hubiera realizado un análisis de riesgos, habría emergido y, por tanto, obligaría a poner lo que Losada llama «una segunda capa de seguridad», frente al análisis «fragmentario» de la línea que referían los magistrados de la Audiencia. «Alguien que aprieta una tuerca todos los días hacia la derecha un día se equivocará y lo hará hacia la izquierda, por eso es necesaria una segunda capa», alegó. En su opinión, está «acreditado» que Cortabitarte incumplió la normativa, y aportó la larga lista de documentos que el ex alto cargo firmó sobre la línea de alta velocidad Ourense-Santiago y que demostraban su «conocimiento» de la situación.

Retroceso en seguridad

Un proceso que dejó la curva huérfana de seguridad. Francisco José Losada también incidió en el proceso de involución que sufrió la curva de Angrois en lo que respecta a la seguridad. El cambio de proyecto, recordó, dejó sin ERTMS la curva, sin que se hiciera un análisis de riesgos que habría permitido detectar que había que mantener este sistema o sustituirlo por otro. Después, el evaluador independiente (Ineco) solo supervisó el tramo de línea cubierto por ese sistema y no la curva. Y más adelante Cortabitarte autorizó la desconexión del ERTMS embarcado que, en su opinión, podía evitar el accidente, pues si el maquinista no reconoce la transición con el ASFA el Alvia se habría detenido. «Cada cambio que afecta a la seguridad debe analizarse qué riesgo supone», dijo, al tiempo que incidía en la capacidad de Cortabitarte para cambiar la normativa en caso de que se detectaran peligros. Para terminar, tuvo unas palabras para la aseguradora del ADIF: «Allianz no ha consignado ni un euro en este caso».