Los arqueólogos buscan cada verano nuevos hallazgos en Aquis Querquennis
27 ago 2023 . Actualizado a las 20:12 h.Todos los veranos el yacimiento romano Aquis Querquennis, A Cidá, emerge de las aguas del Limia a su paso por Portoquintela, en el concello ourensano de Bande. Es entonces cuando un grupo de arqueólogos entra en acción. Lo llevan haciendo desde el año 1975 y solo faltaron en el 2020 por la pandemia. La fundación Aqua Querquennae Via Nova hace posible que cada campaña se descubran nuevos espacios de este campamento considerado como una de las joyas de la arqueología militar de la Península Ibérica. Es posible gracias a las subvenciones que recibe, principalmente, de la Diputación de Ourense y de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil. Este verano ha sido el organismo de cuenca el que ha otorgado 50.000 euros que servirán para realizar los trabajos de campo de estos meses y el posterior estudio de los hallazgos.
El arqueólogo Santiago Ferrer dirige las excavaciones desde 1999 y estos días se encuentra en el yacimiento. El 1 de agosto comenzaron los trabajos y esperan permanecer en la zona hasta mediados de octubre. Actualmente trabajan en el Pretorio.
Aquis Querquennis se creó sobre los años 69-79 d. C. y era la base de operaciones para la construcción de la Via Nova, que unía Braga con Astorga. Era lugar de paso. Por eso, afirma Ferrer, fue abandonado pacíficamente —lo que permite su conservación— y sus moradores se llevaron todo lo de valor. Esa es la principal razón por la que no aparecen restos materiales espectaculares. Este campamento militar llegó a albergar a un contingente de 605 soldaros en una superficie aproximada de 25.000 metros cuadrados, según los estudios de la fundación. Se ha desenterrado la zona donde se encontraba el cuartel militar con un foro, una basílica y un área administrativa, también varios barracones de tropa, graneros, la zona del hospital y hornos de pan, entre otros hallazgos.
El catedrático Antonio Rodríguez Colmenero, fundador y miembro de honor del Fundación Aqua Querquennae Via Nova, es el responsable del hallazgo, aunque las primeras prospecciones las realizó Florentino López Cuevillas en los años veinte del pasado siglo, sin saber exactamente qué tenía ante sus ojos.
La construcción del embalse de As Conchas inundó la zona en 1949. Años más tarde, en 1975, fue cuando el entonces joven catedrático Rodríguez Colmenero solicitó a Fenosa poder iniciar las excavaciones, bajando el nivel de las aguas. El profesor, que entonces tenía 36 años, se había doctorado con una tesis sobre la Galicia Meridional Romana. «En una de las visitas para observar monumentos o vestigios seguí la Vía XVIII (Braga-Astorga), con sus miliarios y mansiones y me aparecieron las ruinas, sus muros», recordaba en una entrevista a La Voz.
Es uno de los pocos yacimientos romanos visitables. Los vecinos y turistas pueden recorrer estos días a pie los restos del campamento e incluso acercarse a los arqueólogos para descubrir su trabajo. Un centro de interpretación permite conocer cómo el pueblo de los quarquernos albergó semejante infraestructura.