La borrasca Domingos deja casi 1.200 incidencias, un herido, retrasos en trenes y vuelos durante todo el día, y varios ríos desbordados que inundaron viviendas y garajes

La Voz REDACCIÓN

GALICIA

Las rachas de viento superaron los 180 kilómetros por hora en Muras. En concellos como Fornelos de Montes se rozaron los 100 litros de agua acumulada por metro cuadrado. La caída de árboles sobre vías de tren y catenarias provocaron incidencias constantes en la línea A Coruña-Vigo. Hubo vuelos cancelados en los tres aeropuertos

05 nov 2023 . Actualizado a las 15:05 h.

Se habían anunciado fuertes lluvias y vientos intensos y la previsión se ha cumplido. La borrasca Domingos ha sacudido con intensidad Galica afectando a las comunicaciones y generando caída de árboles, inundaciones y un fortísimo temporal en el mar. Según los últimos datos de la Axencia Galega de Emerxencias, desde la tarde del pasado viernes, la comunidad ha contabilizado casi 1.200 incidencias. En concellos como Fornelos de Montes se superaban en la tarde del sábado los cien litros por metro cuadrado en una sola jornada. En Pontevedra, en los municipios de Forcarei y Tui se pasaba de los 70, y en Entrimo, en Ourense, se llegaron a los 90, el segundo registro más alto de Galicia. Una lluvia que provocó que, a su vez, que se desbordasen varios ríos, o que hubiese incluso que abrir compuertas en algunas presas, como la de Santa Uxía, en Ézaro.

La borrasca Domingos azotó este sábado con fuerza la provincia de Ourense. A lo largo de la jornada se contabilizaron 141 incidencias en distintos municipios que se vieron afectados por la caída de árboles, los desprendimientos o las inundaciones.

Los efectos de los episodios meteorológicos adversos están siendo especialmente visibles en el cauce de los ríos, que en las últimas horas ha subido mucho de nivel y, en el caso de Ourense, han empezado a desbordarse.

Esto es lo que ha pasado con el Miño a su paso por la ciudad de Ourense, un tramo en el que frecuente que se produzcan este tipo de situaciones. Desde primera hora del sábado la presa de Velle fue incrementando el volumen del agua que suelta al río, que a las diez de la mañana de este domingo se sitúa en los 1.126 metros cúbicos de agua por segundo, y esto ha motivado una crecida de las aguas que afecta a las piscinas de Oira, la zona fluvial de La Antena y a los espacios termales públicos de A Chavasqueira y O Tinteiro.

Árboles arrancados de cuajo, garajes y bajos de viviendas inundados, fincas anegadas por el desbordamiento de cauces fluviales, postes derribados y cascotes que se desprenden de las fachadas. Es parte del panorama que ha pintado la borrasca Domingos a su paso por Ferrolterra, Eume y Ortegal. Esta noche el viento ha empezado a amainar, aunque se han registrado rachas de cerca de 110 kilómetros por hora en Punta Candieira, en Cedeira; la lluvia ha continuado, con intensidad y de forma intermitente; y las olas han ido algo a menos, sin demasiadas complicaciones por la dimensión de las mareas.

Los servicios de emergencias llevan días trabajando sin cesar. Los bomberos y la Policía Local de Ferrol han cubierto decenas de incidencias. Los bomberos de Narón realizaron unas 30 intervenciones a lo largo de la jornada del sábado, la mayoría relacionadas con árboles tirados (en distintos puntos del municipio) e inundaciones, en Xuvia o en la carretera de Castilla. Tanto el SPEIS como la Policía Local recibieron diversos avisos por caída de postes de telefonía o viviendas alcanzadas por el agua, como sucedió esta mañana en O Feal, por un problema en la red de alcantarillado.

En cuanto al viento, la racha máxima se registró hasta el momento en O Xistral (Muras, Lugo), superando los 183 kilómetros por hora. En distintos puntos de la franja atlántica, como Oia, con 124,7, o Malpica, con 123,7, se dejó sentir con muchísima intensidad. En Cedeira alcanzó también los 163. 

La borrasca Domingos deja un reguero de incidencias en Galicia, relacionadas en la mayor parte de los casos con la caída de árboles, lo que dificulta la circulación ferroviaria y viaria. El sábado, cientos de pasajeros sufrieron retrasos de hasta dos horas después de que un tren arrollase un árbol en Dodro. La máquina, que hacía el trayecto entre Vigo y A Coruña a las siete de la mañana, pudo continuar su camino, pero la circulación quedó cortada en todo el eje hasta dos horas después. 

A primera hora de la tarde de ayer quedó repuesto el tráfico, pero horas después, una nueva incidencia -problemas con una catenaria- a las cinco de la tarde provocó nuevos retrasos durante toda la tarde. «Hay incidencias entre A Coruña y Vigo-Urzaiz por condiciones meteorológicas adversas», apunta el ADIF. Los retrasos por la tarde rondaban la media hora. Hay problemas «provocados por caída de ramas y árboles con peligro de interceptación de vía, pasos a nivel sin protección y ocupación de circuitos de vía en estaciones y trayectos de esa línea», añaden desde el gestor de infraestructuras.

La incidencia de mayor gravedad que registró el 112 Galicia se produjo a las 6.30 horas del sábado en Soutomaior. Un operario que trabajaba en el kilómetro 3 de la EP-2901 fue evacuado al Hospital Álvaro Cunqueiro tras quedar inconsciente al caerle un árbol encima.

Desde el viernes por la tarde, el 112 Galicia registró un total de 1.196 incidencias, sobre todo por esas caídas de árboles, que están detrás de los retrasos en trenes y de problemas de circulación en carreteras. Las provincias más castigadas son las dos atlánticas. Domingos dejó también en numerosos puntos de la geografía gallega inundaciones en muchas vías de comunicación, derrumbamientos, anegamientos en viviendas y bolsas de agua (11).  La provincia de Pontevedra sumó 438 incidencias, por las 358 de A Coruña. En Lugo fueron 228 y en Ourense 141. Los ayuntamientos más afectados estuvieron en las provincias atlánticas: Vigo, Lalín, Pontevedra y A Estrada, en la de Pontevedra, y en la de A Coruña fueron los municipios de Narón, A Coruña y Santiago.

En las últimas doce horas, los incidentes más destacados tienen que ver con la caída de árboles en las carreteras, como viene siendo habitual desde que comenzaron a sentirse los efectos del episodio meteorológico adverso.

 A raíz de la caída de árboles, hubo varios accidentes el sábado. En As Somozas, una persona resultó herida en el kilómetro 9 de la AC-110, y fue el propio implicado el que alertó a la central de emergencias.

Diversos vuelos, de los tres aeropuertos gallegos, también se vieron afectados por el azote de la borrasca Domingos desde primera hora. Desde la web de AENA se aclara que, en el caso de Peinador, el vuelo que tenía que partir a las 8.40 horas rumbo a Madrid ha sido cancelado, mientras que el que tenía previsto tomar tierra a las 8.10 procedente de la capital de España ha sido desviado.

En Alvedro, se canceló el que debía partir hacia Madrid a las 8.35 horas, así como el que llegaba de la capital a las 8.00 horas. En el caso de Santiago, se suprimieron los que partían desde el aeropuerto Rosalía de Castro-Lavacolla a las 9.15 horas rumbo a Madrid y el que llegaba desde la capital a las 8.35 horas.

Varios ríos tienen riesgo de desbordamiento. En Ferrol los bomberos tuvieron que rescatar el sábado al conductor de un vehículo que quedó anegado en la zona de O Roxal, junto al río Belelle. Fuentes consultadas por este periódico indican que el hombre decidió ir a dormir a un campo situado al lado del cauce fluvial (después de pasar el colegio Maciñeira), cerca de un puente, y cuando se despertó vio que el agua había inundado el interior del vehículo, al haber sido alcanzado por la crecida del río. 

El desbordamiento del río Vergudo provocó desde primera hora de la mañana del sábado serias complicaciones en Ponte Caldelas, localidad que amaneció anegada. El agua afecta a varias casas. El temporal destrozó, además, un campo de fútbol de Chan da Barcia, en Ponte Caldelas. «Desolado. Non hai outra palabra que defina mellor o que sinto hoxe ao ver o arraso que fixo o desbordamento do río Verdugo. Nunca vin unha crecida igual. Que tristeza e ganas de chorar. As pérdidas son incalculables» indica el alcalde de Ponte Caldelas en sus redes sociales.

También hubo inundaciones por el desbordamiento del Tea a su paso por el municipio de Ponteareas y, en menor medida, del río Miñor en Gondomar. Y de nuevo en zonas próximas al río en Ribadavia.

Hay carreteras cortadas por desprendimientos. En Mondoñedo, un particular llamó sobre las ocho de la mañana del sábado al 112 para alertar de la caída de un árbol y de un desprendimiento de tierra y piedras sobre la N-634 que afectaba a varios carriles en dirección Lugo. Fuentes de Emerxencias indicaron que el incidente se registró en el kilómetro 590 del vial, a la altura de la parroquia de Os Remedios. 

También la Autovía do Morrazo permaneció cortada desde el kilómetro 0,7, dirección A Portela, por desprendimientos. La DGT informó de que el tráfico se está desviando por la PO-551 y pide precaución por los fuertes vientos. 

Las fuertes rachas de viento también obligaron a cerrar parques e instalaciones deportivas municipales al aire libre. En Santiago, el Concello informó de que no podrá accederse a estos recintos mientras persistan las condiciones meteorológicas adversas. 

Durante la noche, las fuertes rachas de viento también produjeron desprendimientos. Así, un vecino de A Pobra do Caramiñal alertó de que una pieza de una barbacoa, una piedra de dimensiones considerables, cayó desde un edificio contiguo sobre el tejado de su vivienda, que le dejó un importante hueco.

Alerta roja en la costa

La llegada de la profunda borrasca Domingos ha hecho que se mantenga la alerta roja en la costa ante la previsión de rachas muy fuertes de viento en toda la costa Atlántica y fuerte oleaje. De hecho, según informa Aemet Galicia, coincidiendo con el momento de máximo oleaje previsto, alrededor de las diez de la noche de este sábado, la altura de las olas en la zona próxima a Fisterra podría ser hasta de 12 o 14 metros «cunha potencia de case 1 GW (xigawatt) por km de fronte de onda», el doble que las de la borrasca Ciarán.

Ante estas condiciones, desde la Aemet aconsejan evitar en la medida de lo posible pasar por debajo de objetos que puedan desprenderse en la ciudad, como grúas, andamios o árboles grandes; así como acercarse a primera línea de costa, pues el oleaje será intenso y podría superar los 8 metros de altura en la costa gallega.