Las claves del crimen del Cash Record: un sospechoso, ninguna prueba y 30 años de espera en un caso que quedará sin resolver

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

GALICIA

El sospechoso del crimen del Cash Record, saliendo de los juzgados, acompañado de su abogada (de verde) y escoltado por la policía
El sospechoso del crimen del Cash Record, saliendo de los juzgados, acompañado de su abogada (de verde) y escoltado por la policía ALBERTO LÓPEZ

Una persona entró en la tienda del polígono de O Ceao, en Lugo, y mató a los dos empleados que quedaban allí para llevarse 3,7 millones de pesetas. Jamás se pudo demostrar que Manuel Juan Vilariño fue el tirador

17 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Son muchas las preguntas que rodean al caso del crimen del Cash Record de Lugo, pero muy pocas las respuestas. Casi 30 años después del doble asesinato que conmocionó a la ciudad de Lugo, el Tribunal Supremo desestimó el recurso interpuesto por la familia de las víctimas, dando así por finalizado un caso que juzgó a un sospechoso de haber cometido el crimen, pero que jamás pudo encontrar la verdad sobre qué ocurrió aquella tarde de abril del 1994. 

¿Qué pasó?

El crimen del Cash Record de Lugo o crimen de O Ceao fue un suceso ocurrido en el polígono industrial de O Ceao, a las afueras de Lugo, el 30 de abril del año 1994. Aquella tarde, un hombre, no se sabe si solo o acompañado, entró en la tienda que la empresa Cash Record todavía tiene en el parque industrial lucense. Armado con una pistola, el atracador disparó a sangre fría a los dos empleados que quedaban en la nave, que estaba a punto de echar el cierre. Después de asesinarlos, se llevó 3,7 millones de pesetas de la caja fuerte del negocio y huyó del lugar.

¿Quiénes son las víctimas?

Elena López y Esteban Carballedo murieron casi al instante. Él era reponedor y tenía 26 años. Ella, de 32, era cajera. Según los forenses, ni siquiera pudieron defenderse. 

¿Quién los mató?

Casi tres décadas después del crimen, no se sabe quién fue el autor de la muerte de los dos empleados del Cash Record. Y es muy probable que jamás se pueda saber. Lo más cerca que ha estado la justicia de resolver el misterio fue este mismo año. Manuel Juan Vilariño, un hostelero lucense de origen vasco, fue juzgado como principal sospechoso del doble asesinato. Sin embargo, la falta de pruebas y la exagerada dilación del proceso hicieron imposible probar que fue él el autor del crimen.

¿Por qué se tardó tanto en llegar a juicio?

Las familias de las víctimas llevan décadas culpando a las autoridades de la mala praxis que se llevó a cabo a la hora de investigar el crimen del Cash Record. Incluso la Audiencia Provincial de Lugo señaló sus errores en la sentencia en la que absolvían a Manuel Juan Vilariño. La instrucción la llevaron a cabo, a la vez, la Policía Local y la Policía Nacional. Según agentes de ambos cuerpos, investigaron cada uno por su lado y apenas compartían información

Esta deficiente instrucción, sumada a la falta de pistas que llevasen a los investigadores hacia un sospechoso, hizo que la causa estuviese años estancada. Poco antes de que prescribiese, se citó como investigado al único sospechoso, lo que puso en suspensión el fin de la causa. En el 2021, Vilariño acudió a declarar. Y en el 2023, fue juzgado. En total, casi 29 años después del crimen.

¿Cómo fue el crimen?

Poco se sabe de lo que sucedió en la nave del Cash Record al filo de las siete de la tarde del sábado, 30 de abril de 1994. Según las pesquisas policiales, una persona, quizás sola o quizás acompañada por alguien que la esperó fuera, en un coche, entró en el negocio armado con una pistola BM Parabellum 9mm.

Se cree que algún empleado le dio paso desde dentro, ya que estaban a punto de cerrar y entró por una puerta cerrada al público. Una vez allí, disparó a Elena, la cajera. Luego, entró a uno de los pasillos y asesinó a Esteban, el reponedor, que estaba sentado ordenando un estante. Luego, cogió 3,7 millones de pesetas de la caja fuerte y se marchó a la carrera. 

¿Por qué se juzgó a Manuel Juan Vilariño?

El caso pasó por las manos de ocho jueces distintos. Finalmente, fue una magistrada del Juzgado de Instrucción número 1 de Lugo, Carmen López, la que lo envió a juicio. Desde poco después del suceso, las autoridades habían ido recopilando indicios que señalaban a Manuel Juan Vilariño como presunto autor del crimen.

Entre otros detalles, los investigadores probaron que Vilariño tenía antecedentes por delitos violentos, drogas y posesión de armas. Era diestro con las pistolas y sabía usar modelos como la BM Parabellum 9mm y similares. Además, era cliente habitual del Cash Record, algo que le habría servido para entrar en la tienda un sábado, justo antes del cierre, ya que los empleados lo habrían reconocido y le habrían abierto la puerta desde dentro. 

Además, varios testigos afirmaron durante la instrucción que Vilariño había hablado de cometer ese atraco, e incluso alguno declaró que había estado en O Ceao esa tarde con él. Vilariño, en aquella época, era dueño de un bar de la rúa Nova, Los Ángeles, donde los agentes encontraron armas y drogas en una redada. 

Finalmente, fue absuelto tras el juicio por falta de pruebas directas. Él alegó que, aquel día, había estado en su bar, trabajando, y no se pudo demostrar que no fuese así.

¿Y ahora, qué?

Este miércoles, el Tribunal Supremo inadmitió el recurso interpuesto por Isabel López, hermana de Elena, y Beli Sánchez, cuñada de Esteban. El TS alegó que la sentencia absolutoria de la Audiencia Provincial de Lugo había valorado todos los hechos y su resolución no contenía errores. Por eso, dictó el final de la causa. Contra su auto no cabe recurso. El crimen, por lo tanto, quedará sin resolver.