La UPG prepara su congreso con la incógnita de Néstor Rego

Mario Beramendi Álvarez
Mario Beramendi SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

El diputado del BNG, Néstor Rego, este jueves en el pleno del Congreso
El diputado del BNG, Néstor Rego, este jueves en el pleno del Congreso Zipi | EFE

El partido mayoritario dentro del BNG tiene que decidir su nueva dirección

15 mar 2024 . Actualizado a las 09:28 h.

La Unión do Povo Galego (UPG), el partido hegemónico del BNG, de ideología marxista leninista y la fuerza más influyente en el frente nacionalista liderado por Ana Pontón, está inmersa en los preparativos del que será su decimosexto congreso, previsto en principio para antes del verano, y en el que se aprobarán unas tesis políticas que serán claves para marcar el rumbo de un Bloque que se debate entre la necesidad de seducir a los no nacionalistas (es decir, crecer electoralmente) o mantenerse fiel a sus principios ideológicos.

Hermética, reacia al protagonismo, la principal incógnita en la UPG es saber si finalmente Néstor Rego —el diputado del BNG en el Congreso— optará a un cuarto mandato como secretario xeral del partido, cargo orgánico que ocupa desde el año 2012, cuando sucedió a Francisco Rodríguez, que llevaba desde el año 2000 y que cedió el testigo meses después de que el BNG se fracturase en Amio (enero del 2012). Daba así un simbólico paso atrás en un momento en el que Beiras (ya fuera de la organización) culpaba a la UPG de la ruptura del nacionalismo por su afán de control.

De repetir por cuarta vez como secretario xeral, Néstor Rego superaría a Francisco Rodríguez —que es el gran referente ideológico de la UPG— en permanencia en el cargo. Además del tiempo al frente de la secretaría xeral, se suma la carga de trabajo que impone el Congreso —ha compatibilizado ambos desempeños desde noviembre del 2019, cuando los nacionalistas recuperaron la representación en Madrid—, lo que podría apuntar a un relevo. Pero la UPG, generalmente, es una organización poco proclive a los cambios, y quizá aún menos en un contexto como el actual, con el viento a favor y con el nacionalismo ganando apoyos.

De producirse el relevo de Néstor Rego, las miradas podrían dirigirse hacia Bieito Lobeira, otro histórico del partido y algo más joven. Ya no ostenta la responsabilidad de organización en la ejecutiva del BNG liderada por Ana Pontón, que, aunque también es militante de la UPG, mantiene una cierta distancia respecto a la cúpula de ese partido.

Sobre el rumbo ideológico de la organización ya hay algunas pistas en el documento aprobado por el secretariado político (órgano equivalente a una ejecutiva) para valorar los resultados de las pasadas autonómicas. Un análisis en el que reconoce la utilidad que tuvo una campaña presidencialista (en referencia a Ana Pontón) para la captación de voto, pero en el que llama a la vez a recuperar el trabajo coral, seña de identidad del frente. Sin embargo, otro aspecto muy relevante es la propuesta de la UPG para fidelizar a los nuevos votantes basándose en fundamentos ideológicos, el único modo, a su entender, de consolidarlos para evitar fugas en el futuro.

El partido dominante del Bloque se ha distinguido siempre por un intenso y constante trabajo de base, que es lo que le ha permitido al BNG ganar poder e implantación territorial, y resistir así en los tiempos de crisis, como el vivido entre el 2012 y el 2016. Esa labor desde abajo, a la que nunca ha renunciado la UPG, es la que explica que en la toma de decisiones asamblearias triunfen sus tesis, no tanto por sus votos propios, sino por el peso que tienen los independientes afines, que no cuestionan el rol de la UPG como partido de vanguardia del frente, algo que sigue intacto desde la fundación del Bloque en 1982.