El interminable circo político con la gran arteria de Galicia

Mario Beramendi Álvarez
Mario Beramendi SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Imagen de la AP-9, en Santiago
Imagen de la AP-9, en Santiago PACO RODRÍGUEZ

La AP-9 es un foco habitual del debate público sin que se cierre su traspaso o la gratuidad. Esta semana regresó al Parlamento

18 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Convertida en munición electoral y en armamento pesado para desgastar al adversario, la autopista AP-9 es ya un interminable circo en el que, cada cierto tiempo, PP y PSOE repiten la función representada ya mil veces de ver cuál tiene más culpa del gigantesco negocio privado de una infraestructura indispensable pero carísima para el bolsillo de los ciudadanos. En el medio, un BNG que llevó la iniciativa política en Galicia para mover el marco, pero al que a menudo le ha pasado factura su escasa influencia en Madrid.

Hasta en cinco ocasiones, con la unanimidad de todos los grupos, el Parlamento gallego pidió al Gobierno el traspaso de la AP-9. Parece que en esta legislatura, recién estrenada, volverá a hacerse. Y así han pasado casi diez años. Ni bajo la presidencia de Mariano Rajoy, que incluso llegó a vetar el debate sobre la ley, ni con Pedro Sánchez, que se ha dedicado a dar largas, se ha avanzado nada. La razón de fondo es que en Madrid, donde todo se cuece, nadie quiere abrir ese melón: el traspaso de las autopistas vascas y catalanas se produjo por el fuerte peso en el Congreso de PNV y CiU (hoy desaparecida), una influencia de la que carece el BNG. El Gobierno central no parece dispuesto a ceder la autopista y a quedarse con el muerto económico. Y revertir la concesión a Audasa, que recientemente ha vuelto a cuestionar Bruselas, costaría alrededor de dos mil millones de euros.

Con la AP-9 se ha jugado a alimentar las expectativas de los gallegos por intereses electorales a sabiendas de que el gran objetivo, que no es la transferencia, sino la gratuidad del peaje, es difícil de alcanzar. El último en tirar la casa por la ventana fue el socialista Besteiro, que en plena campaña de las autonómicas se descolgó con la promesa de que la AP-9 y la AP-53 serían gratis.

El presidente Rueda ya ha dicho que se lo recordará a Pedro Sánchez en la reunión que mantendrán en la Moncloa (pendiente de fecha) e incluso, con cierto sarcasmo, llegó a proponerle al líder del PSdeG y a la líder del BNG que viajasen a Madrid los tres, de la mano, en favor de una causa común. Fue durante el debate de investidura, y el tema ha vuelto a salir esta semana en el pleno del Parlamento. Y no será la última oportunidad.

¿Cuántas prórrogas se han concedido a Audasa por la AP-9?

La primera, en 1994, bajo el Gobierno de Felipe González, que amplió la concesión hasta el 2023. La segunda, en el 2000, bajo la presidencia de Aznar, que la extendió hasta el año 2048.