¿En qué barco llegaron mis antepasados a Argentina?

cecilia valdez BUENOS AIRES / E. LA VOZ

GALICIA

Una herramienta permite conocer con solo teclear el nombre los datos de los emigrantes llegados a ese país al bucear en los documentos registrados entre 1800 y 1960

27 may 2024 . Actualizado a las 13:42 h.

Un buscador navega en documentos sobre inmigrantes que llegaron a Argentina entre 1800 y 1960, dando pistas sobre su edad, estado civil, profesión, barco y puerto desde donde partieron. El Centro de Estudios Migratorios Latinoamericanos (CEMLA), ha desarrollado en su sitio web una herramienta (www.cemla.com/buscador/) a través de la cual es posible acceder a toda esta información referente a las miles de personas que ingresaron en el país durante las grandes oleadas migratorias ocurridas durante ese período. Solo tecleando el nombre y apellido, permite conocer el barco en el que viajaron, el puerto desde el que partieron, el muelle al que arribaron, su profesión, estado civil o la edad que tenían al momento de su llegada. El banco de datos cuenta con más de 4 millones de migrantes registrados durante 75 años y llegados en más de 3.500 barcos desde unos 200 países diferentes (incluidos algunos que ya no existen).

Según datos del Museo de la Inmigración, Argentina fue uno de los países del «Nuevo Mundo» que más inmigrantes recibió en el período de emigración de masas. Calcula que ingresaron en el país 1,5 millones de personas, sobre todo italianos o españoles, pero también muchos franceses y rusos. Las estadísticas del censo de 1914 señalaban que una tercera parte de los habitantes del país eran extranjeros.  

En 1990, durante la gestión del presidente Carlos Saúl Menem, los edificios del hotel y del embarcadero fueron declarados Monumento Histórico Nacional; y en 1997, el Ministerio del Interior, creó el Programa Complejo Museo del Inmigrante, que tiene como sede el edificio del Hotel de Inmigrantes al completo. 

En declaraciones al diario Clarín, el padre Ildo Griz, director del CEMLA, explica que los perfiles de usuarios que acceden al buscador lo hacen porque «desean saber la historia de su familia y antepasados». Cuenta que «utilizan la base de datos para obtener información sobre parientes, o bien empezar o terminar de construir sus árboles genealógicos». Pero también añade que hay quien lo hace por su interés «en acceder a la ciudadanía europea a través del certificado de llegada que otorga el CEMLA, que posibilita el trámite de pasaportes» o, simplemente, lo utilizan como herramienta para tareas escolares. Para Griz, «la información que encuentran los usuarios en la base de datos influye directamente en la necesidad de conocer mejor sus raíces». También destaca que el dato del barco «puede ayudar a encontrar más información o tomar contacto con alguna parte de la familia que quedó en el lugar al que llegó el buque».

Los viajes en barco estuvieron cargados de dificultades, y se transformaron en un negocio más que lucrativo para muchas compañías de transporte que, para abaratar costes, reducían tripulación, servían mala comida y ofrecían espacios reducidos en precarias condiciones de higiene a los pasajeros.

Una ciudadela

Dependiendo de la calidad del buque y las condiciones meteorológicas, se podía tardar entre 20 y 40 días en llegar a Argentina desde Europa. Debido a esta situación de precariedad, y con el objetivo de evitar la aparición y propagación de enfermedades infecciosas, las autoridades de los distintos países se vieron obligadas a regular y controlar los aspectos sanitarios del viaje.

El Hotel de los Inmigrantes, donde se sitúa el museo, fue construido en 1906 para recibir, prestar servicios, alojar y distribuir a los miles de inmigrantes. El complejo, una suerte de ciudadela formada por varios edificios, constaba de pabellones destinados al desembarco, colocación, administración, atención médica, servicios, alojamiento y traslado de los inmigrantes.

Una de las áreas más importantes era la de trabajo, y su tarea consistía en la búsqueda de empleo, colocación y traslado de los inmigrantes al sitio donde hubieran sido solicitados. El hotel contaba con camas para albergar hasta tres mil personas, y el alojamiento, gratuito, por reglamento, era por cinco días, pero podía extenderse en caso de enfermedad, o por no haber conseguido trabajo.