Portugal investiga el accidente en una exhibición de acrobacia aérea en el que murió un piloto gallego

I. C. SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Manuel Rey, a la izquierda, junto a otro compañero, en la cabina de un avión de Vueling, compañía en la que era comandante.
Manuel Rey, a la izquierda, junto a otro compañero, en la cabina de un avión de Vueling, compañía en la que era comandante. Cedida

Se analizan dos posibilidades: un fallo al calcular las distancias, o un problema mecánico en el avión. Conmoción en la aeronáutica por el fallecimiento de Manuel Rey

04 jun 2024 . Actualizado a las 12:24 h.

La muerte en accidente de Manuel Rey Cordeiro el domingo por la tarde, cuando pilotaba su avión Yakolev 52 en una exhibición de acrobacia aérea en Beja, en el Alentejo (sur de Portugal) ha conmocionado al mundo de la aeronáutica española, en el que Coco, como todos lo conocían, era sumamente apreciado, tanto como comandante de líneas aéreas como por su laureada trayectoria de más de treinta años como piloto acrobático, disciplina en la que estaba considerado uno de los mejores de Europa.

El accidente está siendo investigado por las autoridades de Portugal y sobre sus causas no ha trascendido de momento ninguna información oficial, si bien fuentes aeroportuarias lusas conocedoras del siniestro aluden a dos posibilidades: un fallo al calcular la distancia en una arriesgada maniobra en la que Manuel Rey debía adelantar, desde un nivel inferior de vuelo, a los restantes cinco miembros de la patrulla Yakstars que continuaban en formación para, de repente, ascender por delante de ellos; o bien un fallo técnico que pudo producir una pérdida de potencia en su Yak-52.

La hipótesis del fallo humano, no obstante, extraña mucho en fuentes conocedoras de la larga trayectoria de la patrulla ibérica Yakstars, con base en Casarrubios (Toledo) y Ponte de Sor (Portugal), formada por pilotos españoles y lusos muy experimentados y que han realizado estos ejercicios innumerables veces. Más todavía al poner de manifiesto la veteranía y el liderazgo de Coco en este equipo. En este ejercicio chocaron el avión del gallego y el de su compañero portugués Tiago Correia, que volaba en el ala izquierda de los cinco en formación. El piloto luso pudo mantener un cierto control de su Yak al perder altura y precipitarse contra el suelo, y sufrió lesiones leves, si bien fue trasladado a un hospital por los servicios de emergencia, que se movilizaron de inmediato aunque ya nada pudieron hacer por salvarle la vida a Manuel Rey, de 62 años, cuyo avión ardió al estrellarse.

Fuentes lusas consultadas dan por seguro que Coco pudo activar el dispositivo de emergencia del asiento eyectable de su avión y salió propulsado fuera de la aeronave pero, supuestamente a causa de la baja altura a la que volaba, no hubo margen para que se desplegase su paracaídas.

Ayer se sucedieron las muestras de dolor por el fallecimiento de Manuel Rey Cordeiro, entre ellas las del Concello de Oroso, de donde era vecino, que convocó un minuto de silencio ante la sede consistorial, o la del Real Aeroclub de Santiago, entidad a la que estaba vinculado no solo como piloto sino como tenista.

Comandante en activo de la aerolínea comercial Vueling, tenía un largo palmarés como deportista aeronáutico. Desde el 2022 formaba parte del equipo español de vuelo acrobático ilimitado, la máxima categoría. En el 2017 fue bronce en el mundial por equipos de Yak-52, y a los mandos de ultraligeros (ULM) fue doce veces campeón de España y dos del mundo, y en otras dos ocasiones subcampeón de Europa. También era vicepresidente de la asociación de acrobacia aérea Jacob 52 y miembro de su equipo de pilotos.