Los trenes Avril empiezan a reducir sus incidencias «porque Talgo se ha puesto las pilas», asegura el ministro de Transportes

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Un tren de la serie 106 (Avril) en la estación de Urzaiz (Vigo)
Un tren de la serie 106 (Avril) en la estación de Urzaiz (Vigo) M.MORALEJO

Óscar Puente admite que el problema en la operación ferroviaria va más allá de estos trenes. «Chamartín está al límite de su capacidad», dice sobre la estación a la que llegan los convoyes gallegos. Pese a la mejora, un Avlo Madrid-A Coruña acumuló 110 minutos de retraso

12 ago 2024 . Actualizado a las 21:30 h.

El toque de atención que el Gobierno y Renfe dieron hace una semana a la empresa Talgo, fabricante de los nuevos trenes de alta velocidad de la serie 106 (Avril), ha empezado a tener efectos palpables sobre el rendimiento de estos convoyes, tanto en su versión AVE como en los Avlo de bajo coste, uno de los cuales se quedó parado el pasado día 5 en un túnel durante dos horas, sin aire acondicionado y con altísimas temperaturas. El propio ministro de Transportes, Óscar Puente, publicó entonces en su cuenta de la red social X los bajos rendimientos del nuevo material rodante, cuyas unidades no llegaban a la hora prevista en un 60 % de las circulaciones, mientras que en Galicia esta situación se agrava hasta llegar al 77 % de las frecuencias. En paralelo, Renfe amenazaba con activar una nueva reclamación contra Talgo.

En esta última semana, sin embargo, la fiabilidad de estos trenes ha comenzado a mejorar, según confirmó el ministro de Transportes en una entrevista en RNE, que interpreta la mejora como un resultado de airear los malos resultados en los primeros meses de funcionamiento del material con el que Renfe se enfrentará al nuevo escenario de la alta velocidad liberalizada. «Talgo se ha puesto las pilas», resumió el ministro, que explicó que la empresa fabricante ha puesto un técnico en cada tren y otro experto en el centro de control, medidas que al parecer están reduciendo las averías. «Llevamos cinco días en el que las incidencias en el S-106 se han reducido mucho y ninguna ha sido crítica», constató Óscar Puente. Inicialmente, los técnicos de Talgo fueron destinados a los trenes de la conexión Madrid-Galicia porque era la que encerraba una mayor complejidad técnica debido a los cambios de ancho de vía y de tensión que se producen en el recorrido. Ahora los expertos del fabricante viajan en todos los trenes de la serie 106 para tratar de solventar incidencias técnicas sobre la marcha.

Retrasos en los AVE gallegos

Este lunes, no obstante, también hubo retrasos en las frecuencias que unen las principales ciudades gallegas con Madrid. El AVE que conecta Vigo con la capital registró quince minutos de demora. Y el de A Coruña salió con seis minutos de retraso de la estación madrileña de Chamartín. Pero el Avlo Madrid-A Coruña acumuló 89 minutos de demora en la salida. Debería haber salido de Chamartín a las 17.08 horas y finalmente lo hizo a las 18.40. Durante el viaje, el retraso aumentó hasta los 110 minutos.

El ministro precisó, además, que la compra de estos treinta trenes en el año 2016 —realizada por el Gobierno de Mariano Rajoy— «fue una decisión muy arriesgada», dado que era un prototipo. «La realidad es que se hizo una compra de trenes que no existían, ya que no era un modelo que estuviera testado en el mercado», explicó Puente. «Llegaron ocho años después y están dando muchos problemas. Tendremos que intentar solucionarlo —añadió—, pero no es un problema de Renfe, ni tampoco de Óscar Puente». El ministro no se refirió a la baja del 43 % que supuso aquella adjudicación, aunque en los últimos días no ha parado de retuitear informaciones sobre este asunto. Distintos técnicos ferroviarios consideran que esta baja sobre el presupuesto inicial pudo haber tenido efectos en la calidad final de los trenes.

Sin embargo, el ministro admite que los problemas que se están dando este verano en la operación ferroviaria de larga distancia no solo están relacionados con los nuevos convoyes de Talgo, por lo que pidió disculpas a los usuarios. Puente admitió que las dos estaciones madrileñas —Atocha y especialmente Chamartín— están «infradimensionadas» y «al límite de su capacidad». La terminal a la que llegan los trenes gallegos ha pasado de recibir 1,3 millones de viajeros en el 2019 a 5,8 millones solo en los primeros cinco meses de este año. Esto tiene que ver con la decisión de situar en esta estación la cabecera de los trenes que conectan con la Comunidad Valenciana y con el efecto llamada por la entrada de competidores de Renfe en la alta velocidad.

A todo esto se suman las obras para ampliar Chamartín, que todavía durarán años, aunque la situación del vestíbulo —normalmente abarrotado de viajeros— mejorará en octubre al abrirse dos módulos que se están construyendo y que servirán para duplicar la superficie. El ministro admitió que estos trabajos causaron problemas en la operación ferroviaria al afectar a la catenaria. «Se nos ha caído la tensión un montón de veces», reconoció.

Óscar Puente se refirió también a los recortes en las indemnizaciones por retraso de Renfe y no descartó recuperar el compromiso de puntualidad original, «único en Europa», cuando «la situación ferroviaria se estabilice». Mantenerlo, dijo, era un «suicidio económico en este momento de tanta movilidad ferroviaria».

 La Xunta niega una «comunicación fluida» respecto a las incidencias

El conselleiro de Presidencia, Diego Calvo, remitió un escrito al delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, en el que cuestiona las declaraciones de la subdelegada del Gobierno en A Coruña, María Rivas, respecto a la petición de la Xunta de contar con un interlocutor directo en Renfe para informar de las continuas incidencias ferroviarias. La subdelegada aseguró que en este ámbito ya hay «una comunicación fluida con la Xunta», algo que el Gobierno gallego «bota en falta». Diego Calvo le recuerda que la interlocución directa con responsables de Renfe fue un compromiso adquirido por el secretario de Estado de Transportes, José Antonio Santano, en su última visita a Galicia. «Por iso comínoche a que, desde o teu papel como delegado do Goberno, intercedas para que se nos facilite desde o ministerio o prometido contacto», alega en el documento.

«Urximos a ter ese contacto directo con Renfe, pero tamén a acadar solucións urxentes. Como é posible que só dous de cada dez trens que chegan a Galicia o fagan, máis ou menos, en hora? Non se pode concibir nin permitir que a nosa comunidade autónoma sexa a que peores rexistros teña en España: oito de cada dez trens con demoras que chegan a ser mesmo de máis dunha hora, algo inadmisible neste primeiro cuarto do século XXI», asegura el conselleiro de Presidencia, que tiene competencias en movilidad.

Ayer por la tarde también hubo retrasos medios de veinte minutos en el eje atlántico, debido a un problema de señalización entre Uxes y Cerceda-Meirama que afectó a los trenes que circulan entre A Coruña y Santiago. Algunas frecuencias, como el tren que salió de Vigo a las 15.00 horas, acumuló una demora de más de una hora.