La Xunta rescatará por 300 millones las autovías del Salnés, Barbanza, Ourense-Celanova y Santiago-Brión

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago SANTIAGO

GALICIA

La conselleira de Infraestruturas, María Martínez Allegue, y el presidente, Alfonso Rueda, tras la reunión del Consello de la Xunta
La conselleira de Infraestruturas, María Martínez Allegue, y el presidente, Alfonso Rueda, tras la reunión del Consello de la Xunta SANDRA ALONSO

Rueda afirma que la decisión ahorrará a la Xunta más de 300 millones a las arcas públicas, unos 30 cada año, que iba a pagar por peajes en sombra

14 oct 2024 . Actualizado a las 15:04 h.

La Xunta rescatará cuatro autovías autonómicas, AG-56 Santiago-Brión, AG-41 de O Salnés, AG-11 de O Barbanza, y AG-31 de Celanova, en las que abonaba un peaje en sombra, es decir lo pagaba la Administración y no los usuarios. La operación ahorrará a las arcas autonómicas más de 300 millones de euros, unos 30 millones anuales a partir ya del próximo año.

Esos datos fueron detallados por el presidente, Alfonso Rueda, y la conselleira de Infraestruturas, María Martínez Allegue, después de la sesión ordinaria del Consello de la Xunta en la que se aprobó el rescate. La conselleira añadió que la decisión se ha tomado de acuerdo con las concesionarias, a las que agradeció la inversión que hicieron para construir y mantener las infraestructuras.

Las cuatro vías tenían concesiones distintas, algunas de ellas con duración de 40 años. A falta de que la Xunta facilite el desglose de cada operación, los responsables autonómicos sí explicaron que las concesiones iban a costar en conjunto más de 600 millones de euros hasta su fin. Sin embargo, el rescate, que se hará efectivo ya en el 2025, asciende a 297 millones, de ahí el ahorro de más de 300.

El ahorro, explicó Rueda, permitirá a la Xunta invertir en otras necesidades, como la construcción de viviendas públicas, cuyo presupuesto se multiplicará por tres hasta alcanzar los 126 millones de euros en el 2025. El presidente señaló además que la decisión puede tomarse gracias a la «boa saúde» económica de la Xunta y destacó que es producto de una negociación «nada sinxela».

Preguntado por la posibilidad de rescatar alguna de las autovías que tienen peaje en abierto, es decir que pagan los usuarios, Rueda dijo que no renuncia a esa posibilidad, pero no la consideró viable a corto plazo. También recordó que el PSOE se comprometió en campaña electoral a hacer gratuitas las autopistas de titularidad estatal, pero por ahora no ha cumplido esa promesa.

El rescate de las autovías se produce después de que el Consello de Contas publicase el pasado octubre un informe en el que advertía que la Xunta estaba pagando 44 millones de euros de más con esos peajes en la sombra. Esa cifra concuerda con las anunciadas hoy por los responsables autonómicos, ya que ese ahorro de 30 millones de euros anuales tiene en cuenta el gasto en mantenimiento, que se calcula en unos diez millones. 

El informe se refería a las cuatro autovías citadas y también a la AG-55 de A Costa da Morte, que no se ha incluído en el rescate. Cabe reseñar que esa vía se financió según el canon de disponibilidad -por calidad del mantenimiento- mientras que las otras cuatro dependían del número de usuarios.

El informe de Contas reconocía que el sistema de financiación público-privada permitió construir las autovías en «prazos razoables e presentan un bo nivel de mantemento e calidade do servizo», pero la fórmula suponía un coste extra. 

Contas también consideró que la Xunta no tenía que haber accedido a revisar los contratos en el 2014, cuando tres de las autovías (O Salnés, O Barbanza y Ourense-Celanova) estaban al borde de la quiebra por falta de usuarios. Esa decisión implicó un aumento de 205 millones de euros en los pagos del Gobierno gallego, que a juicio del ente fiscalizador tendría que haber permitido que las empresas asumiesen las pérdidas, «en liña con sentencias do Tribunal Supremo que denegaron a concesionarios, en casos similares, o dereito a recibir máis ingresos pola diminución do tráfico».