La Xunta aprueba un presupuesto de 13.954 millones de euros con «especial énfasis» en la vivienda

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago SANTIAGO

GALICIA

El conselleiro de Facenda, Miguel Corgos, y el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, en San Caetano, camino de la comparecencia en la que detallaron el proyecto de presupuestos del 2025.
El conselleiro de Facenda, Miguel Corgos, y el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, en San Caetano, camino de la comparecencia en la que detallaron el proyecto de presupuestos del 2025. SANDRA ALONSO

Alfonso Rueda y el conselleiro de Facenda, Miguel Corgos, destacan que las cuentas no recurren a la deuda y dispondrán 10.000 millones para sanidad, educación, política social y empleo. El sábado serán presentadas en el Parlamento con la vista puesta en que entren en vigor a 1 de enero

17 oct 2024 . Actualizado a las 18:23 h.

La Xunta tendrá un presupuesto de 13.954 millones de euros en el 2025, el más elevado de su historia y un 2,6 % (354 millones) más que el de este año, que también supuso un récord. El proyecto presupuestario fue presentado por el presidente, Alfonso Rueda, y el conselleiro de Facenda, Miguel Corgos, después de que fuesen aprobadas en una reunión extraordinaria del Consello de la Xunta.

Las cuentas pondrán un «especial énfasis», dijo el presidente, en el acceso a la vivienda. No solo se multiplicarán por tres, como anunció hace una semana, los fondos actuales para la construcción de pisos de protección oficial, hasta los 126 millones de euros, sino que se incorporarán medidas fiscales para abaratar la conversión de bajos en viviendas y para fomentar la rehabilitación. Además se tomarán nuevas medidas como un bono de emancipación de dos millones de euros para los jóvenes, a los que también se reservará más del 40 % de las viviendas públicas.

Además, añadió Rueda, el llamado gasto social, que incluye sanidad (5.434 millones), educación (2.972), políticas sociales (1.415) y empleo (446), superará por primera vez los 10.000 millones de euros. El crecimiento de los fondos para esas partidas supera el 5,2 %, más del doble que el total del presupuesto.

En materia fiscal, además de mantener todas las bajadas aprobadas en años anteriores y sumar las citadas deducciones a la vivienda, también se aplicará la anunciada rebaja al impuesto de sucesiones para los familiares colaterales, que solo deberán tributar en uno de cada tres casos, de acuerdo con la cantidad heredada.

El titular de Facenda destacó además el aumento de los capítulos 6 y 7 de inversiones y transferencias, que aumentan un 5,1 % y 4,2 % de forma respectiva. Corgos señaló que la Xunta nunca invirtió tanto como lo hará el año que viene y señaló que será posible reforzar las partidas para obra civil en unos 50 millones de euros gracias en gran parte al fin del pago de los peajes en la sombra de cuatro autovías (AG-56 Santiago-Brión; la AG-41 de O Salnés; la AG-11 de O Barbanza; y AG-31 Ourense-Celanova), que ahorrará unos 30 millones de euros al año a las arcas autonómicas.

El récord presupuestario se alcanzará sin recurrir a deuda y, según detalló el titular de Facenda, gracias al «crecemento dos recursos autonómicos», que aumentan «con forza».

Corgos subrayó que «Galicia non ten un problema de endebendamento». Recordó que en el 2008 era de las comunidades más endeudadas y ahora está en el grupo de cola, con una diferencia de seis puntos de la relación entre deuda y PIB por debajo de la media española. Traducido a números absolutos, cada ciudadano gallego debería 4.496 euros, mientras que la media de los ciudadanos españoles es de 6.711. La ratio, añadió, es «a máis baixa da década e seguirá baixando», vaticinó.

No fue la única previsión positiva que hizo. La Xunta ha elevado la previsión de crecimiento del 1,8 % al 2,1 %. Añadió que esa cifra sigue la tendencia de los últimos cinco años y es superior a la media de España, por lo que la Xunta mantiene la convergencia con el PIB por cabeza para el 2030.

El Gobierno gallego estima además que el paro, que ahora está en el 9,4 %, caiga en el 2025 al 9,1 %. Ya los datos de este septiembre, señaló, son los mejores «dende 1996». Destacó también al control del déficit, que es del 0,1 % sobre el PIB autonómico, mientras que la media nacional asciende al 0,9 %.

Corgos señaló además la subida de las exportaciones de un 3 %, mientras que en el conjunto del Estado apenas aumentan, y el saldo comercial positivo de más de 9.000 millones de euros de Galicia.

En materia de financiación, el conselleiro señaló que las previsiones de recaudación mejoran por el dinamismo del mercad laboral e inmobiliario, y por la recuperación del consumo. Pero advirtió que el sistema actual se «afonda na insuficiencia de recursos», ya que los recursos que recibe Galicia han crecido un 43 % en los últimos años, pero la recaudación tributaria ha subido un 61,5 %.

El conselleiro consideró esos datos una demostración de que «Galicia fixo os seus deberes e blindou a sua solvencia e o estado do benestar autonomico».

Corgos presentará el sábado las cuentas ante el Parlamento, que iniciará entonces su tramitación. El objetivo es que, un año más, Galicia tenga presupuestos a 1 de febrero. Los dos responsables autonómicos valoraron ese hecho como un síntoma de estabilidad y gestión. El propio Rueda recordó que esa normalidad se ha convertido en «algo extraordinario» a la vista de los problemas del Gobierno para aprobar sus cuentas, que todavía no ha presentado.

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La diputada nacionalista Noa Presas valoró los presupuestos como «malas noticias para o país porque están cheos de recortes, parches e sen proxecto de país». Presas afirmó que el aumento de los fondos hasta los 13.954 millones, un 2,6 % más, no compensa la subida del IPC en el 2023, que ascendió al 3,2 %, lo que encarecerá la prestación de los servicios públicos.

Por su parte, la parlamentaria socialista Elena Espinosa criticó la «falta de transparencia» en la presentación de las cuentas, que la Xunta hace públicas «por fascículos», lo que impide hacer una «valoración real e completa». Espinosa reclamó el acceso «inmediato» al proyecto de presupuestos para garantizar un debate «honesto e aberto».